Había una vez una banda

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El taxista que me llevaba al aeropuerto de Málaga por la antigua carretera N-340, (y sin darse cuenta de que la cárcel de Alhaurín, donde se tuestan los presuntos de la Operación Malaya, está próxima), dijo: ?ezta tarde jase un zól de Justicia?, ¡No lo sabe usted bien! le respondí mientras el calor húmedo apretaba al asfalto por la espalda, como en las películas de cine negro ahogan a los soplones. El último residente es Julián Muñoz, sentimentalmente vinculado a Isabel Pantoja que vive su peculiar ?annus horribilis?.
La prisión de Alhaurín se ha convertido en Villa Presunto, el ambientazo que tiene que haber en el patio debe ser de aúpa. Los que se odiaban y no se podían ver, juntos. Los que trincaron y los que soltaron la pasta, juntos también. Los que hablaban de libertad, en el trullo. Los que estiraban la nariz en señal de asco por la época Gil, al talego. El juez Torres va a tener que habilitar pases de patio para que los cronistas podamos acudir a tomar nota, en pro del llamado ?interés general? urge que alguien nos cuente lo que está pasando allí.
Quién tiene un amigo concejal tiene un tesoro pensaron todos y empezaron a darle pellizcos a la caja de tal manera que a Roca, (el cerebro de la trama), le imputan haberse gastado en champán francés lo que el Estado español en carreteras, más o menos. Lo raro de todo esto es que no saltaran las alarmas antes, salvo que se quiera dar una acción ejemplarizante con Marbella. Más bien parece que la corrupción municipal ha sido otra de las ladillas que le salieron a nuestra democracia, y que un grupo de listos se montaron el casino para ellos solitos bajo el eslogan de: ?tus amigos no te olvidan?, una forma de crear una sociedad de socorros mutuos. El esquema era perfecto salvo que no contaron con la realidad. Si bien se confirma que no hay crimen perfecto también se puede asegurar que la estupidez es contagiosa.
Este verano va a haber mucho sitio para poner la toalla en las playas de Marbella, el grueso del pelotón se agolpa ?bajo el sol de Justicia? en un patio con muy mal ambiente. La ex alcaldesa echa en falta las obras de su baño; Isabel García Marcos cuando era el azote del PSOE; Roca a su discreta mansión modelo VPO con pabellón de caza y cuadros en el jacuzzi; Julián Muñoz al pollo a la Pantoja y Tomás Reñones cuando era un simple pero afortunado futbolista. Ya sólo falta por caer el aparcacoches de Puerto Banús, (estemos atentos a las próximas horas). Pasen y vean el poderoso circo de la España de siempre que se devora en careos y querellas.

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