Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
«Tengo arbolitos pequeños en macetas a los que hablo» / «Junto a un árbol es imposible no sentir nada» / «Nos falta cultura arbórea. Se buscan ejemplares que crezcan rápido y no manchen» / «Estamos muy al sur y sin los árboles el calor no hay quien lo aguante» / «Una encina me salvó la vida al caer por un barranco. Sin ella me hubiera matado»
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RETRATO
Orígenes: Madrid, 1966. Currículo: Ingeniero forestal, trabajó en Incendios de la Xunta de Galicia («en la parte que los previene, no en la que los provoca»). Después estuvo once años investigando en el centro de mejora forestal El Serranillo, del Ministerio de Medio Ambiente. Quiso ser bióloga pero por una décima no pudo entrar; no se arrepiente de haber cambiado el camino. Es autora de: Arboles. Leyendas vivas, junto a su marido Ezequiel Martínez. Aficiones: «la ópera, leer y hacer deporte». Debilidades: «comer chocolate ¡lo bien que te quedas después!». Virtudes: «tenacidad por encima de todo» Defectos: «cabezota (como un tronco, lógicamente)».
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En el libro de Susana Domínguez y de Ezequiel Martínez vienen los grandes patriarcas verdes de la Comunidad de Madrid. Arboles tan antiguos como títulos nobiliarios que han resistido modas, políticas, rayos e incendios. Su enemigo natural es la especulación; por el momento algunos resisten, pero Susana no es muy optimista con su futuro. El libro es el resultado de horas de campo y amor a la causa.
Pregunta.- ¿Paciencia o vocación?
Respuesta.- Ambas cosas, sin paciencia no puedes hacer este catálogo y sin vocación no te embarcas.
P.- ¿El árbol es su familia?
R.- Yo no tengo hijos, para mí lo son. Tengo arbolitos pequeños en macetas a los que hablo, (Risas).
P.- ¿Eso es muy científico?
R.- Aunque algún compañero me llame loca, los tengo por seres vivos apasionantes.
P.- ¿Ellos le entienden?
R.- Cuando digo «hablar» no es hacerlo en voz alta, son seres que transmiten energía que yo recibo.
P.- ¿Discuten de política?
R.- ¡No!… eso no (Risas)
P.- ¿Acongoja que nos sobrevivan?
R.- A mis amigos les digo que regalar un árbol a una persona es un detalle único, los pasará a sus hijos.
P.- ¿Ha abrazado árboles?
R.- Muchas veces, son los típicos amigos que siempre están ahí.Junto a un árbol es imposible no sentir nada.
P.- ¿Secundarios de jardín?
R.-Nos falta cultura arbórea, se buscan ejemplares que crezcan rápido y no manchen.
P.- ¿Estropea más la carcoma o un constructor?
R.- ¡Un constructor! Mil veces. Es lo peor que hay.
P.- ¿Suele andarse «por las ramas»?
R.- Me lo han dicho pocas veces porque soy muy directa.
P.- ¿Cómo están los «nuestros»?
R.- Hace tiempo se hizo el catálogo de árboles singulares de la Comunidad pero lleva cuatro años olvidado.
P.- ¿Cuántos tienen leyenda?
R.- En El Escorial hay uno con una cadena dedicada a la memoria de la madre de un periodista. Compró el árbol para evitar que lo cortaran y dejó eslabones para cuando creciera.
P.- ¿Está bonito escribir en ellos?
R.- No, porque le haces daño, justo en la corteza está la parte viva.
P.- ¿Y dejar secretos?
R.- En un pino de Canarias dejan papeles escritos para que los vecinos los encuentren.
P.- ¿Cómo andamos de lo verde?
R.- Hay mucha población sensibilizada pero otros con escaso cariño.Lo que más me molesta es la indiferencia.
P.- ¿La indiferencia daña?
R.- Si a tí un árbol te da igual que lo dañen o lo quiten, es que no te importa.
P.- ¿Madrid capital del árbol?
R.- Con respecto a Europa sin duda, estamos muy al sur y sin los árboles el calor no hay quién lo aguante.
P.- ¿Quiere ser la Defensora del Arbol?
R.- ¡Si me dejan, yo encantada! (Risas) Yo quiero ser Defensora del Arbol, premiaría a los pueblos que los cuidan.
P.- ¿Mejor que Tita Cervera?
R.- Me da igual, si ella quiere serlo, perfecto.
P.- ¿Hay arboricidas?
R.- Ya Machado hablaba del agricultor castellano arboricida.Los árboles son un patrimonio teniendo en cuenta la sequía que viene.
P.- ¿Y si nombramos un ordeñador de nubes?
R.- ¡Me parece estupendo!, pero es imposible.
P.- ¿Cuántos nos hacen falta?
R.- Los políticos se emperejilan en dar un número de árboles plantados. Si luego no los cuidan
P.- ¿Un Boulevard del Arbol?
R.- Me gusta la idea, cuando me hagan Defensora del Arbol lo pondré en marcha.
P.- ¿Más bosques, menos cemento?
R.- Por supuesto y más sensibilidad. Si fuera Defensora del Arbol pondría un ratio de urbanizaciones y árboles.
P.- ¿Qué?, ¿Trabajándose el cargo?
R.- Lo tengo dominado (Risas).
P.- ¿El rey del bosque?
R.- En el Mediterráneo la encina y en bosque de ribera, el olmo.En Madrid el rey no es el madroño, (apenas quedan).
P.- ¿Cuál es el autóctono?
R.- El pino silvestre, los grandes pinares.
P.- ¿La ardilla es feliz?
R.- Dudo que las ardillas estén contentas.
P.- La palmera es el monumento al cohete, decía Gómez de la Serna.
R.- Me gustan, pero no tanto en Madrid.
P.- ¿Hay poesía en el cactus?
R.- Me gustan mucho, me parecen unos seres vivos estoicos a tope.Me enternecen.
P.- ¿¿¿También los abraza???
R. ¡No!, no me he atrevido (Risas)
P.- ¿Su árbol favorito?
R.- Una encina me salvó la vida al caer por un barranco. Sin ella me hubiera matado.
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Etiquetas: el mundo, entrevista