Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
«De entrenar al Real Madrid sólo me gustaría el sueldo» / «Hay que intentar que en los municipios no se ‘marbellee’» / «El doctor Montes ha sido objeto de una campaña» / «En los partidos, las sucesiones son muy complicadas» / «Trabajar con Gallardón es relativamente sencillo» / «Tengo de rojo todo, con las matizaciones lógicas de la edad»
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RETRATO
Origen: Leganés, 1948. Currículo: Licenciado en Derecho, comenzó a trabajar de botones en una compañía de seguros, más tarde abrió un despacho laboralista: «O era maestro o abogado. Me convertí en el primer universitario entre cuarenta primos». Éste es su cuarto mandato como alcalde de Leganés, pero antes fue concejal de Urbanismo y luego de Cultura. Aficiones: «La lectura y la música de toda la vida, la de Serrat». Debilidades: «Soy más bien vago (risas). Tengo conciencia de que debería trabajar más». Defectos: «Como político resulto lejano, yo no abrazo a las farolas». Virtudes: «Soy una persona a la que le gusta ser seria. ¡Y trabajadora!».
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Su despacho es austero tirando a funcional, de los que pide urgente cambio de mobiliario. De fondo tiene puesta Radio 2 -él la sigue llamando Radio Clásica, aunque no se considera un viejo rockero-. Asegura que trabaja también en casa: «Soy el que plancha las camisas y hace las camas. Pero admito que al final pringa mi mujer». Está en política desde que le detuvieron por repartir propaganda; sus abogados ante el TOP (Tribunal de Orden Público) fueron Enrique Barón y Cristina Almeida. Su anunciada despedida es el largo adiós de otro clásico del sur.
Pregunta.- Quintana en Fuenlabrada y usted en Leganés, ¿hay un virus del sur?
Respuesta.- Nos vamos los que consideramos que hemos cubierto una etapa. Es bueno que venga otra gente.
P.- ¿Se dijo: ‘ya está bien’?
R.- Lo he dicho yo, también mi familia y desde luego los vecinos. Hay jóvenes de 20 años que no han conocido a otro alcalde.
P.- ¿Un alcalde multigeneracional?
R.- Un vecino me recordó que durante una visita oficial de Manuel Chaves, hace mucho tiempo, le dije: «¡Niño, cabezón, aplaude al presidente!».
P.- Sin duda, un recuerdo imborrable
R.- Dice que no se le olvida cuando le llamé «niño cabezón». Ahora tiene 26 años y preside una casa de Andalucía (risas).
P.- ¿Le parece admirable un ciclista?
R.- Es que con lo del dopaje, no sé yo.
P.- ¿El pelotón está lleno de presuntos?
R.- Todo lo que sea dopaje es romper las reglas del juego. Lissavetzky quiere limpiar lo que vicia la vida deportiva.
P.- ¿Se dopaba con tortilla de patatas?
R.- ¡Yo me he dopado toda mi vida con aspirinas! Y Optalidón cuando existía.
P.- ¿Qué deporte le gusta?
R.- Entre tú y yo: todos, todos, todos.
P.- Es decir, ninguno, ninguno, ninguno.
R.- (Risas) He visto muchos años al Leganés por apoyar al equipo local, pero la verdad es que me he aburrido mucho.
P.- ¿Se marcha para entrenar al Madrid?
R.- Con toda seguridad te digo que ni de… de ninguna manera. De entrenar al Real Madrid sólo me gustaría el sueldo.
P.- Si el Barça es más que un club…
R.- El Real Madrid es parte del Estado, un club donde vota Aznar pero también Rubalcaba. Y Peces Barba no se presentó porque era incompatible, ¡que si no!
P.- ¡¿Qué tendrá un palco?!
R.- El palco del Madrid es un lugar de influencias. Florentino me invitó varias veces pero no fui.
P.- ¿Se está mejor en casa planchando?
R.- ¡Y en la ópera!, no hay color. No tengo abono en el Teatro Real pero siendo alcalde cualquiera te invita.
P.- ¿Existe el verbo marbellear?
R.- Hay que intentar que en los municipios no se marbellee. Estábamos deseando que se desmontara lo de Marbella.
P.- ¿El gran culpable fue Gil?
R.- Yo le conocí, le dije que algunas cosas no podían ser. Su respuesta era: «Tú verás lo que estás perdiendo». Quiso poner la ciudad del Atlético en esta zona.
P.- ¿No ha dicho adiós muy pronto?
R.- En los partidos las sucesiones son muy complicadas.
P.- Disculpe, ¿complicadas o cainitas?
R.- En el PSOE más complicadas, no matamos a nadie, es en otros partidos donde los caínes matan a los abeles.
P.- ¿Es un tímido con carné?
R.- No me gusta ir por la calle dando besos ni haciéndome fotos con la gente. No me sale.
P.- ¿Está cansado?
R.- Es posible, todo influye, han sido muchos años y uno se cansa también de ser alcalde.
P.- ¿Leganés ahora está más cerca?
R.- Cuando entré en el Ayuntamiento teníamos una sola carretera hecha en tiempos de Primo de Rivera.
P.- ¿Es de los que tiene el norte al sur?
R.- No somos el sur de Madrid, sino el norte de Fuenlabrada. El sur de Madrid es equivalente al norte en calidad.
P.- ¿Es buen médico el doctor Montes?
R.- Es un médico preocupado porque las personas sufran lo menos posible. Montes ha sido objeto de una campaña.
P.- ¿Tomaría cañas con Lamela?
R.- No, ¿por qué?
P.- ¿Leguina, Gallardón o Aguirre?
R.- Leguina es más cercano, le conozco desde la clandestinidad. Luego tuve la suerte de compartir ocho años con Gallardón, trabajar con él es relativamente sencillo. Más complicada es Aguirre, tiene otro estilo.
P.- ¿No le convence ni un poquito?
R.- Siendo una persona que intenta ser cercana, sus decisiones luego son incomprensibles. Su gobierno tiene más lejanía.
P.- ¿Qué tiene de rojo?
R.- Todo, con las matizaciones lógicas de la edad.
P.- Puestos a elegir: ¿indio o vaquero?
R.- Yo vaquero, que son los que ganaban (risas)… En la vida hay que ser sincero.
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