Monumental y longeva

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Siempre es un placer cruzarse en la llamada “puerta de arrastre”, (que es por donde entran los antiguos matadores de toros) con Constantino Mediavilla, de porte torero y de los pocos que aún saludan quitándose la montera. Iba don Constan con su cámara digital dispuesto a grabar otro de sus reportajes de Madrid-impacto que desde ya se puede ver colgado en madridiario.es, y que muestra la plaza desde una altura considerable, (será porque a don Constan le produce nostalgia la proximidad del ruedo, si fuera por él se echaba a la arena a poner un par de banderillas y a hacer una gaoneras que es un pase taurino que viene en el Cossío y resulta de mucho lucimiento).

En ese reportaje a lo Juan Palomo: yo me lo grabo, yo me locuto, yo me lo como? se aprecia el esplendor de una plaza que cumplirá en junio 75 años. En esa plaza se han cruzado los toreros más punteros con el mejor ganado del momento, no coincidiendo siempre uno con otros, la verdad. Hay días en los que va el genio pero se queda la suerte, y otros en los que llega la bravura pero no hay torero disponible en ese momento.

La Comunidad es la propietaria de la Plaza, (pero eso afecta a una pequeña parte de la historia del coso taurino), antes estuvo en manos del Estado y en la Guerra Civil fue un huerto.

Las Ventas la hacen los aficionados, también la excelsa televisión que saben hacer Molés y Moncholi, (dos cumbres del arte del toreo audiovisual). La hacen las chicas guapas que asisten y los novilleros que acuden con hambre de tomar nota. Y César Palacios, antiguo arenero que pinta a carboncillo los pases de la tarde. Y Florito. Y el doctor García Padrós. Y Manolo en el callejón. Y el que le vende bolsas de patatas fritas a los japoneses como el que tira caramelos desde una carroza. Y, también, la Ramón Calderón con Taurovent…

Carlos Abella, miembro del consejo taurino de la Comunidad ha hecho una labor magnífica para conmemorar estos 75 años, (suya fue la idea, creo que no muchos lo saben). Pero de ahí a que la Comunidad, a que Ignacio González capitalice el éxito de 75 años de Plaza de Toros, es un exceso, una desmesura.

Démosle al homenaje la distancia taurina que se merece, y el sitio a cada uno, pero no entronicemos al altar de las figuras a quienes del capote también hacen política.

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