Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Albert Boadella es un tipo peculiar tirando del lado de la genialidad que siempre limita con la insolencia y la locura creativa. Esperanza Aguirre vive un momento de éxtasis con respecto a Boadella al que premia, agasaja, promociona, presta teatros de la Comunidad y según cuentan no dudará en darle un importante cargo en uno de los departamentos taurinos de Madrid.

Si fuera por la valía de Boadella la presidenta se quedaría corta en los parabienes que le otorga. Ahora bien no estaría de más preguntarse si ese amor en forma de rayo sobre el catalán tiene algo que ver con tocarle las narices a Cataluña, de paso. Y, si la presidenta es consciente de que los talentos creativos son independientes por naturaleza y llegará el día en el que discrepe incluso con ella. No se amaestran fieras ni pensadores.

Dice el actor, director, escritor, etc? que si hubiera que elegir un momento para darle un premio éste sería el oportuno. Dalí hubiera dicho algo parecido.

Enhorabuena a Albert Boadella que con su presencia honra los actos del 2 de mayo en los que Aguirre planta cara al Estatut, (por aquello del efecto mariposa allá dónde das jabón levantas polvareda en otra parte), y muchos deseos de que la felicidad les una durante muchos años. Nada más se puede decir.

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