Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
La ministra de Sanidad ha inventado la ruleta aviar con pollos corraleros. Se trata de un juego muy peligroso donde el participante que se equivoca se infecta con el virus de la gripe y, lógicamente, la palma del todo. La muerte no es fulminante como en la ruleta rusa pero ya puedes ir encargando quince misas con monaguillo gordito e incienso a discreción. En Europa son más miedicas, han obligado a recluir a las aves en su corral; en cambio, aquí les dejamos que salgan de casa y que regresen en el último autobús de la noche para comer pienso calentito. Tenemos otro talante sanitario, no hay nada como ser gallo de pelea en España, a ser posible en versión tertuliano de espolones gordos. Ignora la señora ministra que nuestro país, por su condición de portaaviones continental donde aterrizan todas las aves de paso, tiene un alto riesgo de importar la cepa H5N1. Se supone que en las tardes de su ministerio irá tejiendo una gran sirga tridimensional con sus propias manos. La sirga 3D es un remedio casero que igual sirve para evitar una avalancha de inmigrantes en Melilla que de gran cazamoscas aviar. Vocablo que aportó Maria Teresa Fernández de la Vega para el uso común de los hablantes, hoy quien no tiene un tendedero de ropa en forma de sirga 3D es menos que un pollo sin el COU aprobado.
Se ve que en Francia, Alemania, Holanda, Suiza y Noruega no les apetece jugar a la ruleta aviar y le han metido un cerrojazo a los pollos, patos, gallinas y restos de seres alados. No quieren que se les contagien ni de lejos y en cuanto les escuchan estornudar les aplican la legislación vigente. Por lo tanto, para llegar a gallina vieja lo conveniente es no exponerse a corrientes de aire por si te fumigan. Pocas bromas con este virus, incluso algunos padres hipocondriacos han descartado que sus niños vayan disfrazados de pollitos a las fiestas de carnaval del colegio, a ver si se los extraditan a un país africano.
Sería terrible que el optimismo de Elena Salgado le viniera porque está poco informada. Supongamos que ha habido un pacto secreto con las aves infectadas, algo que los demás no conocemos pero que nos obligan a creer en ello. Este Gobierno es el que más ha fomentado la fe, muy por encima de los catecismos del padre Jerónimo Ripalda. Nunca está de más tener creencias en algo superior, ¡pero si al menos Zapatero hiciera un truco de magia con una zarza ardiendo! Para los próximos días se espera una campaña de Sanidad con el eslogan: «¡Tosen, luego gobernamos!». Lo que van a conseguir es que recelemos de las gallinas de andares académicos. Es menos peligroso compartir cacería con Dick Cheney y darle la espalda. Los granjeros miran al cielo con temor mientras la ministra toca el arpa en su ventana. Bandadas de golondrinas con miasmas vuelan a su encuentro.
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