Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Aguirre está dispuesta a batallar contra Zapatero en todos los frentes, incluso en el de los malos humos. Y para excitar a las masas les promete pitillín exento de multas en lugares públicos: cafeterías, acotados de empresa y salones de bodas. Si a un padre le garantizan que puede fumar un puro en la boda de sus hijos ya le han dado la alegría del año.
Esta Ley antitabaco tan virulenta es una metedura de pata, si bien va a limpiar los pulmones va a poner negros a los que sueñan con el relajo del guerrero. El pitillo mata, qué duda cabe, pero también mata la represión.
No es verdad aquello que dijo Azaña de ?España se ha levantado republicana?, en el 31 varios acontecimientos mascaban el cambio de régimen. Pero sí es cierto que España el 1 de enero de 2006 se levantó sin tabaco pero con mono de libertad y de costumbre.
No hace mucho un ilustre compañero publicó un artículo en el que decía que los fumadores en la calle son un grupo de presión. Zapatero les obliga a fumar entorno al portal, y esa gente tiene tiempo para conspirar y tomar medidas.
Esta vez Esperanza Aguirre no ha prendido la mecha, tan sólo la ha dejado continuar. Prohibir el tabaco como las viñetas de Mahoma es mucho atrevimiento.
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Etiquetas: madridiario.es, opinion