Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Estimado juez madrileño: ¡el pueblo ha hablado!, y dice en reciente encuesta que lo suyo es lo peor que se despacha en servicio público, lista que encabeza el glorioso cuerpo de bomberos que por algo es el cuerpo por antonomasia. Primer postulado: los jueces tienen que hacer aeróbic para mejorar su imagen. Segundo postulado: hay que mostrar togas en la próxima edición de Cibeles (hablen con Fermín Lucas para que les haga hueco); se acabaron esas tonalidades de penitencia, dos tallas menos de toga y un torso de gimnasio les encumbran en el hit-parade regional. En cuestión de estilismo la imagen de su cuerpo ha sufrido menos modificaciones que la concha de la tortuga de carey, mientras que el resto de servicios ha evolucionado. La toga marca distancia y da un punto de soberbia al usuario, incluso aunque tengan los ojos profundos y el buen sonreír de María Tardón.
Superado el lado estético habría que actuar en la costumbre que se alimenta de miedos atávicos; como su oficio deriva de los antiguos sumos sacerdotes el personal les tiene por santa palabra.Fíjese que hace siglos que la espichó Montesquieu pero la división de poderes cuesta de entender; por mucho que repitan que ustedes sólo aplican las que el legislativo hace, lo que cala al pueblo llano es que la Ley es cosa suya. Porque si Montesquieu todavía no ha triunfado imagine lo que es explicar que su fuente de inspiración profesional es una diosa tuerta y con el hombro al aire, ¡vamos hombre! que diría un castizo. Y tenga en cuenta que cuando la gente le ve revestido de solemnidad en un juicio es que: a) está acusado, b) es citado como testigo, ó c) le tiemblan las canillas.También hace mucho en contra el uso del flexo sobre la mesa, su voz sale de una cueva oscura y emite unos latinajos que hielan la sangre. Y como en la entrada no reparten trípticos informativos, ni programas de mano, el no iniciado cree que todos los presentes son jueces: el abogado, el fiscal, el bedel y su señoría (a quien Dios guarde muchos años y siempre con el debido respeto).
Por lo tanto con darse unos cursillos de gimnasia de mantenimiento y fichar al coreógrafo de Michael Jackson es posible que la imagen se actualice. Y algo tendrán que hacer también con la ceremonia de inauguración del Año Judicial, porque abunda en el aspecto negativo; en cuestión plúmbea compite con la noche de los Goya.No les digo que les chiflen por la calle, como hacen con los bomberos cuando hay cambio de turno, pero algo ayudará a la mejora de su cuerpo judicial.
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