Va por ti, chaval

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Amigo, estamos de acuerdo que ser joven, pobre, marginal y sin futuro es como entrar en un polvorín con un lanzallamas encendido sin traje de amianto. Hasta ahí vale, pero ya me gustaría que siguieras leyendo hasta el final, esta carta es un aviso: no seas membrillo, zoquete, chorizo ni quinqui. Si tienes curiosidad date una vuelta por las biografías de los que fueron delincuentes juveniles y si encuentras alguno que llegara a cumplir los 25 me lo dices. Hay una edad en la que uno tiene que perseguir un sueño y huir de la vulgaridad no perseguir a una vieja y huir de la policía. Que se hayan duplicado los menores con medidas judiciales en el último año quiere decir que muchos colegas han elegido el camino equivocado. Las leyes sólo pueden endurecer los castigos; eludir que te arruinen la vida sólo depende de ti. No es por ser plasta pero la estadística dice que cuantos más delitos hayas cometido, más carne de cañón eres. De un marrón se suele caer en otro, así hasta que te jorobas sin retorno.
Mira, amigo, cuando naciste sólo te dieron una vida y una palmadita en el culo, a partir de ese momento todo lo que ibas a descubrir era por tu propia cuenta. Muchas películas de acción y algunas malas compañías te han hecho creer que héroe es el que conduce más rápido, toma más drogas y su foto aparece en más comisarías ¡Y una leche! Héroe es el que consigue llegar a mayor sin saber a qué huele un calabozo por la noche, cuando retiran la cena y salen de paseo las cucarachas a hacer escalada por el borde del retrete. Que sepas que la policía se lo ha tomado en serio y mantiene una vigilancia especial destinada a combatir la delincuencia callejera. Lo que haces sigue igual de prohibido, pero ahora más perseguido.

Cosa tuya es no tentar demasiado a la suerte, en la Inglaterra de Blair (seguro que te suena de la tele) han endurecido las penas contra los menores. Igual no lo sabes pero yo te cuento que las medidas coercitivas se contagian de país a país, por lo tanto si persistes en liarla, igual traducen la letra de Blair y te castigan con más dureza. Ahí está el peligro tío: cuanto más dura se ponga la ley contigo, más bruto te pones tú con la sociedad y así de manera indefinida, pero el que se joroba eres tú solito, nadie llorará cuando te caigan más años que vida te queda. Así que no seas melón y no caigas en la trampa. La vida que te ha tocado es demasiado agria como para que te eches tierra encima, no te digo que pienses en los demás, sólo en ti, y te des cuenta de que tú eres el mejor amigo que tienes, ¿estamos?

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