Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Hemos salido del año cervantino para meternos en el cincuenta aniversario de Televisión Española, salvando las distancias la tele es el Quijote que nadie lee (o ve) pero que se conoce; y así lo que para casi todos son gigantes amenazadores tan sólo para unos pocos (los que la mandan) son inocentes molinos de viento. En la tele no ha habido nada inocente desde que dejaron de emitir la Carta de Ajuste que era un espacio de gran libertad creativa. Durante cincuenta años la tele pública ha cumplido con el servicio al que fue destinada: llevar la señal hasta el último rincón de nuestra geografía. Incluso en los bares del norte de Marruecos se apostaba al Precio Justo, aún estando el concurso en otra lengua y en otra moneda. El virus catódico se llama información y ésta ha sido manejada al antojo. No ha habido director general que saliera indemne aunque todos pusieran mirada de inocentes vírgenes sin pecado. No se trata de burda manipulación sino de entreguismo a la causa y entusiasmo de campamento por la consigna.
El Telediario del fin de semana (incluso el de ayer, lunes) realizó un canto al fin del fumeque con auténtica fe de converso.España se acostó incívica y malhumorada, y se levantó con los pulmones floridos. ¡Maravilla de las maravillas!, y todo gracias a un Gobierno que decidió que fumar era de derechas como si los vicios tuvieran ideología. Llevada por la crónica oficial, la presentadora añadió: «seguro que los fumadores agradecerán estas medidas con el paso del tiempo». Escaleta adelante se recordó a los coros y danzas de la vieja tele del Paseo de La Habana.Hoy sabemos que Crónicas de un pueblo es el Telediario y que el Cuéntame del año 2040 se hará con las imágenes de Lorenzo Milá.
Zapatero maneja un instrumento de primera magnitud para transmitir el mensaje: informativos capaces de encuestar gente por la calle, el día 1 de enero, sin que aparezcan con la torrija mental y la resaca de todos los ballenatos. Y, además, ex convictos fumadores muy agradecidos. Si el cabreo tuviera forma de nube, los pantanos estarían llenos de fumadores acorralados. Aquella tele heroica del Paseo de La Habana se diseñó para agradar en las tardes de El Pardo, para que los nietos del General tuvieran algo que ver mientras merendaban pan con mantequilla. La tele de hoy sigue con el esquema de anunciar la buena nueva con sonrisa celestial.En breve podremos ver como Caldera presenta el uniforme de los inspectores de colillas, unos tipos con alitas como en el anuncio de la compresa que pedirán les echemos el aliento a la cara.Sanos, justos y benéficos, los españoles llenaremos las colas de entradas al cielo como si fuera un atasco de regreso de vacaciones.La siguiente es conseguir que Manolo el del Bombo entre a formar parte del Cuarteto de Praga; lo estamos negociando.
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