La comunidad del anillo

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimados y literarios alcaldes de la Sierra Norte: vamos a convertir la zona en parque temático de la obra de Tolkien, no porque alguno de ustedes tenga los juanetes como Gollum ni la caspa del mago Saruman, sino por el paisaje. Si en Almería fueron capaces de representar el viejo Oeste sin que se vieran los toros de Osborne, ¿por qué no va a ser Madrid un sitio ideal para recrear El Señor de los Anillos? Hay enclaves que tienen una semejanza brutal con la película, pero por si hiciera falta se pueden mejorar con un poco de imaginación. Por ejemplo: para conseguir el misterio gótico del Bosque de Fangorn pueden inspirarse en las obras de la M-30 tan cargadas de duendes y trampas; los Campos de Pelennor (donde se dan pal pelo ejércitos multitudinarios) comparados con los atascos de la carretera de La Coruña son un parque infantil en tiempo de merienda. La torre de Isengard se da un aire a la casa en alto de Torrelodones, aquella que fue de Franco y ahora de un empresario del cine. Y las minas de Tirith, una ciudad según Tolkien «excavada en la osamenta de la tierra», es una conejera al lado del tremebundo Valle de los Caídos (donde sólo descansan los que cayeron hacia un lado).

Idea fantástica que puede mandar al ratón Mickey y a otras figuras de ficción al paro directamente, o al desguace de los muñecos de trapo que acaban siendo guata para sillones de cine. Una cosa es un parque temático donde las atracciones se fabrican para la ocasión y otra el paisaje natural, algo insuperable por la solemnidad y los siglos. Un bosque no se fabrica en cuatro tardes, ni se recrea el cauce de un río con una tuneladora traída de Alemania. Incluso hay canteras que son decorados de Opera sin que los propietarios lo sepan. En ese sentido nuestra sierra es afortunada: igual vale para un fondo de cuadro de Velázquez que para recrear el mayor cuento para adultos que se conoce.

Expertos en la saga cinematográfica se quedaron pasmados por el realismo tan salvaje, ¿para qué gastar más gasolina buscando el paraíso cuando queda tan cerca?, no perdamos el norte señores. Ahora sólo queda avisar a la DGT para que cambie los carteles y allí donde hay triángulos con un gamo los sustituya por «peligro cruce de brujas», «atención duendes sueltos», «precaución hobbits huyendo de orcos». Tolkien murió arruinado y sin conocer el éxito comercial de su obra, ¡por el tinte de pelo del mago Gandalf que no lleguemos a eso! Antes disfrutemos de la leyenda con una nueva comunidad del anillo, saquemos petróleo sin pinchar la tierra.

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