Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Asume cierto complejo de Peter Pan, mantiene la mirada de niño actor y la capacidad crítica de la adolescencia. Conduce una moto de cuatro ruedas por las carreteras de montaña, tanta vitalidad paga peaje: la semana pasada chocó contra el coche de una joven, fue volando por el techo hasta caer. Para la chica fue una escena de ?El día de la bestia?, para Jaime Blanch algo normal. Coqueto sin cura procuró caer sin arrugarse.
Del golpe el médico no le ha dicho nada, pero sí que tiene alergia a los ácaros del teatro, ?eso lo llevo mal?.
PREGUNTA.- ¿Qué diferencia hay entre los ácaros de la escena y los domésticos?
RESPUESTA.- No lo sé, quizá que los primeros tienen más mala leche.
P.- ¿Y entre los ácaros y los empresarios teatrales?
R.- (risas), los ácaros ganan muchos menos dinero.
P.- ¿Qué colección está haciendo?
R.- Nada, absolutamente nada. Guardo mis soldados de plomo de cuando era pequeño.
P.- ¿Juega con ellos?
R.- ¡Por supuesto!, cuando mis dos hijos, (de 37 y 33 años, el menor vive en Chile) vienen a casa cumplimos una tradición: echamos a todo el mundo, movemos los muebles y hacemos una batalla.
P.- ¿Cuándo les da el arrebato bélico?
R.- Una vez al año; ahí nadie llama por teléfono, nadie molesta y no hablamos de otra cosa que no sea la batalla.
P.- ¿Se matan con la boca: ¡pum!?
R.- No, tenemos pistolas con ventosa que hacen ruido.
P.- ¿Ganan siempre los mismos?
R.- Me suelen ganar a mí porque se alían los dos contra su padre.
P.- ¿Se cabrea cuando pierde?
R.- ¡Muchísimo!
P.- ¿A quién le tocan los indios?
R.- Casi siempre a mí. Cuando era pequeño e iba a ver a Gary Cooper me ponía de parte de Toro Sentado, mis amigos me miraban raro.
P.- ¿Español, utópico y sentimental?
R.- Perfecto, estamos de acuerdo.
P.- ¿Qué le ha parecido el libro de Trillo?
R.- No es un libro que vaya a comprar, si me lo mandan lo leeré.
P.- ¿Tiene sus ?ventajas? ser un actor de toda la vida?
R.- A estas alturas de mi vida, sí. Aunque estoy a punto de que los actores jóvenes me cedan el sitio en los coches.
P.- ¿Le dicen: ?pase usted, don Jaime??
R.- Sí y yo digo: ¡la madre que me parió!… niño cabrón (risas).
P.- ¿Le interesa la gente de su edad?
R.- Me llevo mejor con los jóvenes, quizá porque estoy un poco ?pirao?. Los de mi edad no entienden que vaya en ?quad? a todas partes.
P.- ¿Era fácil recuperarse de ?Jeromín??
R.- Antes fui el malo del colegio, después todo cambio con la película en el cine ?Rialto? de la Gran Vía y con las entrevistas de Jose Luis Pécker y Boby Deglané.
P.- ¿Tan descarado fue?
R.- ¡Hombre!, el presidente del Tribunal de segundo de bachillerato me preguntó: ?a ver, dígame usted qué sabe de Felipe II?. (risas) Aquello me encendió una luz.
P.- ¿Y en el patio tuvo sus ventajas?
R.- Pasé a delantero cuando antes era defensa leñero que segaba piernas, y las chicas me dejaban papelitos.
P.- ¿Aquel cine histórico era muy tierno?
R.- Era muy infantil, muy imperialista? (y de las Jons).
P.- ¿Por qué no siguió por ese camino?
R.- Porque mi familia tenía dos dedos de frente. Tuve en casa los guiones de ?El Lazarillo de Tormes? y de ?Marcelino, Pan y Vino?, pero mi padre dijo que no, el niño a estudiar.
P.- ¿Fue el niño del Régimen?
R.- Después de Jeromín me invitaron a una fiesta en El Pardo y mi padre dijo: ?el niño no va?. Y no fui.
P.- ¿Leandro Moragas es el actual Jeromín?
R.- Le conocí en un teatro hace un par de años, me pareció un personaje de opereta.
P.- Luego, en 1975 ¿se vuelve rojo?
R.- Esa imagen es divertida, en realidad participé en una huelga de actores. Lo dramático es que Arias Navarro nos amenazó con veinte años de cárcel a la comisión de los once.
P.- ¿Qué tal anda de reivindicaciones?
R.- Mi reivindicación soy yo, mi convenio soy yo. Soy lobo solitario.
P.- ¿Le gusta ir a su bola?
R.- Sí porque lo he hecho siempre.
P.- ¿Le entretiene Madrid?
R.- Hace diez años que me marché, vivo en la sierra, donde también han bombardeado las carreteras las tropas de Ruiz Gallardón.
P.- ¿Volverá?
R.- Me apetece regresar a la ciudad. Yo nací en el número 27 de la calle Mayor.
P.- ¿Hay placa?
R.- Han cometido la grosería de no ponérmela, quizá por ideas políticas (risas)
P.- ¿?La Ratonera? es por Madrid?
R.- Madrid es un cepo, una ciudad asediada.
P.- ¿Despistado?
R.- Lo habitual. En alguna ocasión me he traído a casa un micrófono de televisión puesto en la solapa, con la batería y todo.
P.- ¿De mayor qué quiere ser?
R.- Un hombre sosegado al que no le afecten tanto las cosas.
Orígenes: Madrid, 1940.
Currículo: con diez años comienza en el cine, dos más tarde hace el papel de don Juan de Austria en ?Jeromín?. Película señera en el cine histórico de la época. También ha trabajado con Álex de la Iglesia en ?Acción mutante? y ?El día de la bestia?. Se le puede ver en el Teatro Muñoz Seca haciendo de sargento Trotter en ?La ratonera? de Agatha Christie. Alterna sus papeles de actor con la dirección de escena.
Aficiones: El deporte. Cuando le pego al saco le pongo caras y me desahogo mucho.
Debilidades: La mejor manera de vencer la tentación es caer en ella, decía Wilde.
Virtudes: Coherente conmigo mismo, eso paga peaje.
Defectos: La autocrítica cuando se radicaliza.
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Etiquetas: el mundo, entrevista