Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
«Aquí se dice: En la Cava Baja, la vista es la que trabaja» / «Me gusta Miguel Hernández porque era cabrero, y yo soy cochero» / «Como Ortega, busco gente eminente de forma continua» / «A la gente le aconsejo que se compre un coche. El transporte público para el alcalde» / «Como voy a resucitar, volveré a Lucio»
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Tiene el verbo agradable y gracia castiza -«Nunca me he emborrachado, nunca he pagado una entrada de fútbol, ni a una mujer. En la espalda llevo un cartel que dice ‘genuino y singular’»-. Los clientes de Lucio le aprecian porque siempre tiene un chascarrillo a punto. Si pueden, no se lo pierdan, pero dense prisa porque dentro de un año deja el oficio, y a partir de ese momento que venga la grúa a por él, si quiere. Julio se ha sentado en el mismo lugar que políticos, artistas, banqueros y reyes.
Pregunta.- ¿Se ha sentido como uno de ellos?
Respuesta.- Nunca me han hecho de menos, pero tampoco me he sentido como ellos.
P.- ¿Hay que ser prudente?
R.- Cuando vienen políticos importantes me alejo de la puerta para que no los confundan conmigo. Tengo una moral muy amplia.
P.- ¿Tiene carné de conducir?
R.- ¡Sí! El primera especial.
P.- ¿Hace frío en la calle?
R.- Mucho, pero como nos movemos no lo sentimos tanto.
P.- ¿Qué ley impera?
R.- La del más listo. Aquí se dice: «En la Cava Baja la vista es la que trabaja».
P.- ¿Es usted el Séneca de la Cava Baja?
R.- Igual sí. Tengo tres ojos, los dos habituales y otro en la nuca.
P.- ¿Un poeta con llaves?
R.- La poesía es una de mis pasiones: García Lorca, Machado y Hernández.
P.- Ninguno de los tres tenía coche
R.- Si hubieran vivido hoy, sí. Me gusta Miguel Hernández porque era cabrero, y yo soy cochero.
P.- ¿De dónde le viene la afición a la música clásica?
R.- A todos los espíritus sensibles nos gusta. Le pasa a todo el que piensa y trasciende. Si puede, escuche El trino del diablo de Giuseppe Tartini.
P.- ¿Y a los libros antiguos?
R.- Los encuentro en los cubos de basura y en los puestos del Paseo del Prado. Cuando veo algo raro, me asomo.
P.- ¿Se ha encontrado algo bueno?
R.- En una basura, a mí mismo.
P.- ¿Y en qué estado estaba?
R.- Fíjese cómo sería que le he dicho al de arriba que la próxima vida sea la mitad de buena que ésta.
P.- ¿Es un orteguiano?
R.- Como Ortega, busco a gente eminente de forma continua.
P.- ¿Los dueños se parecen a sus coches?
R.- Sí, hasta cierto punto. De joven me encantaban los buenos, ahora me da igual.
P.- ¿Cuál es el más extraordinario que ha aparcado?
R.- El último ha sido un Bentley biplaza. Había cola como si fuera una exposición.
P.- ¿Ya no se lleva la foto con el «papá no corras»?
R.- Eso tuvo su época. Ahora dicen «papá vuelve», hay muchos divorcios.
P.- ¿Por qué los coches cada día tienen más tecnología, pero se conduce peor?
R.- Porque la gente accede a ellos sin tener cultura automovilística.
P.- ¿Le han pedido aparcar una bici?
R.- Me han dejado de todo. Miguel de la Cuadra trae un todoterreno de cuando Franco hacía oposiciones para cabo.
P.- El Ayuntamiento quiere acabar con su sector.
R.- Gallardón nos quiere mucho Pretende arreglar Madrid y la toma con nosotros. Madrid no tiene arreglo.
P.- Lucio es famoso por sus «huevos estrellados», pero usted no puede hacer los «coches estrellados».
R.- (Risas) De momento, no.
P.- ¿La gente deja secretos en su coche?
R.- Un día me encontré un libro de Camino, de Escrivá de Balaguer.
P.- ¿Y le confiesan muchas cosas?
R.- El primer precepto de la humildad es escuchar. Lo hago con los que no tienen con quien hablar, claro.
P.- ¿Queda algo de castizo en Madrid?
R.- Sí, pero muy arraigado en la gente mayor. Aquí al lado vive un chispero de los que va al entierro de la sardina.
P.- ¿Lo más surrealista de su calle?
R.- Marta, una indigente que lleva 10 años durmiendo bajo la Luna. Han abierto un bar cerca de su sitio habitual y los ha denunciado porque ella ya estaba antes ahí.
P.- ¿Tiene coche o recomienda el transporte público?
R.- A la gente le aconsejo fervorosamente que se compre un coche: El transporte público para el alcalde.
P.- ¿Y dónde lo aparca?
R.- Donde puedo. Yo hago milagros a 20 duros.
P.- Cuando se jubile, ¿le harán una estatua?
R.- No, porque la va a tirar el viento. Como voy a resucitar, volveré a Lucio.
RETRATO
Orígenes. Madrid, 1943, Lavapiés: «De puro chulo que soy, me almidono los calzoncillos, me saco raya a los calcetines y duermo en jarras». Currículo.Al acabar la mili, conoce a Jaime de Mora y Aragón y a Alfonso de Hohenlohe, que se lo llevan a Marbella para ocuparse de los coches de los ricos. De ahí, a San Pancracio en Madrid (un local de chicas que fuman y salen por la noche) y luego al tablao Las Brujas. Lleva 23 años en Casa Lucio. Aficiones. «Libros y música clásica». Debilidades. «Muy soberbio. Hay que amar al prójimo, pero es que no lo encuentro». Virtudes. «Que las digan los demás».Defectos. «Soy el más defectuoso».
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Etiquetas: el mundo, entrevista