Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Estimado señor Cortés… su animosa decisión de presentarse como voluntario del gobierno regional interino está dando mucho de qué hablar. Los mal pensados dicen que quería tener su momento de gloria, y que Gallardón le ha dicho que no para evitar tentaciones.Pero más parece lo contrario, en todo caso un deseo de poner la mano para taponar la herida que mana a borbotones. En este guirigay político nos han metido dos individuos extraños pero las consecuencias son para todos. Más que hacer una ley anti tránsfugas parece que se busca un disolvente para borrar las huellas de Tamayo y la diputada díscola, y también muda, que le acompaña. Y de aquéllos que abrazan por doctrina el «marxismo-ladrillismo».
Su ofrecimiento tiene más de aportación altruista a la causa.Por tocar poder no parece que sea, primero porque el gobierno provisional tiene escasas funciones, y después porque ya ha sido bi-Gallardón, vicepresidente del ejecutivo, responsable de obras públicas y horadador de subsuelos metropolitanos. Por lo tanto no va a ser para poner los pies encima de la mesa del jefe, porque eso ya lo ha podido hacer y sin que le saquen una foto como a Aznar en el rancho de Bush. Ni por emular al marqués de Alhucemas, don Niceto Alcalá-Zamora, que se encargó de presidir la situación de interinidad entre la salida de la monarquía y la llegada de la República, siendo más tarde elegido presidente de la misma.Madrid es una ciudad que sabe manejarse bien en el limbo de los gobernantes, durante el tiempo que haga falta.
Igual dicen que es por ansia de mando, pero deben saber que el «comité de crisis» gestionado por Carlos Mayor Oreja y Luis Blázquez funciona como los albaceas de una herencia: su deber es transmitir el patrimonio intacto y en todo caso mejorarlo para que cuando llegue el nuevo presidente/a se encuentre una situación de normalidad administrativa. Para que los funcionarios de la Comunidad no se sientan hijos de padres separados que no saben a dónde tirar, si a mamá (Esperanza), o a papá (Rafael).
Mosquea en todo caso que usted, que bien conoce los intríngulis de la política, se haya ofrecido para mandar en el ejecutivo, ¿quiere eso decir que vamos para largo tiempo?, ¿llegaremos a Madrid 2012 sin que en el Estadio Olímpico se siente la cabeza visible de la región? Cuando alguien con su conocimiento de la materia se tira al ruedo de espontáneo, es porque prevé que hay faena para rato. Por humanidad, díganos que no es así.
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