Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Melchor, Gaspar y Baltasar… Como este año hemos sido buenos (jeje), y apenas hemos tenido lío en la Asamblea, atascos, obras, y patadas a la convivencia, creo que deberíais pasar esta noche por la casa de algunos ilustres madrileños. A la presidenta de la Comunidad le hace mucha ilusión un Ibertren versión metropolitana, aunque le hace más falta un equipo autónomo de electricidad para cuando se le va la luz en plena comparecencia de José Bono. Y un micrófono nuevo, porque la sala de prensa suena a tómbola de jubilados.
Al alcalde Gallardón, un saco de la risa para que se relaje. Ultimamente va cargado de hombros, será la responsabilidad del cargo, pero cuando le sacan la silla que no es, se enfada, y cuando le recuerdan que ha dicho San Silvestre «Vaticana», también.Traerle los planos acabados del nuevo Ayuntamiento para que se distraiga con la mudanza. A la presidenta de la Asamblea, Concepción Dancausa, un cursillo acelerado de cómo se aprietan tres botones sin necesidad de hacerlo a la vez y sin tener que votar a la oposición porque se ha hecho un lío. El Manual de electrónica elemental, para Conchi.
A Rafael Simancas, un detector de billetes falsos para que no le cuelen ni un gol más, y una PlayStation para el chaval (que se la ha ganado después de todo). A Trinidad Jiménez otro manual de cómo intervenir en el debate de presupuestos y que parezca un acto coherente. A Inés Sabanés, auténtica conocedora de la mecánica municipal, un saco de paciencia para no tirarse de los pelos y acabar dando gritos por la plaza de la Villa, como hacen las locas. Igual, pero en más cantidad, a los conductores que se atascan todas las mañanas, ya sea gratis, como todo el mundo, o en las nuevas autopistas de peaje. Con respecto al transporte no estaría mal un Kamasutra a los empleados de Renfe que en Atocha «ayudan» a subir a los trenes en hora punta, al menos para que nos traten con amor y aprendan nuevas posturas.
Un micrófono karaoke para Tamayo y Sáez, para que puedan oponerse a los «rojos y comunistas», aunque sea desgañitándose en el salón de casa. Y un kilo de zanahorias, buenas para la memoria, para Ricardo Romero de Tejada, al que a veces se le olvidan algunas cosas que… ¡menudo diablillo! A los galácticos del Real Madrid, nada. Esos le piden los regalos al genio de la lámpara llamado Florentino. Y a los del Atlético y Rayo, un puntito, aunque sea de misericordia. Algo de carbón para los que hacemos las Cartas Madrileñas, porque hemos sido malos, muy malos. Y algo me dice que tenemos razones para ser más perversos en 2004…
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