Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
El jurado del Príncipe de Asturias se ha dado cuenta de que antes la foto que el premio, y antes la fama que el trabajo y antes la popularidad que la labor callada. Premian a Fernando Alonso como campeón del mundo incluso antes de que cruce la meta, eso es visión y lo demás tonterías. Les mola mucho la fama mediática y el tirón de famoseo que arrastrará el piloto. Les molan las novias de Briatore que son un cañón.
Ahora bien se han pasado un poco, el premio a una trayectoria es una broma para un piloto tan joven. En la misma proporción en Alemania tendrían que hacer Kaiser a Sumacher y la BMW piloto de pruebas a Farruquito. Los otros que se han quedado en la estacada miran con ojos de plato, Fermín Cacho lleva más zapatillas gastadas que ruedas todo el mundial de Fórmula 1. Tiene razón Ángel Nieto ?me darán el premio a título póstumo?.
Como los premios los dan ellos, allá se las compongan con su conciencia y presupuesto. Se supone que esperan una catarsis de mitómanos con la camiseta del equipo Renault; a todo esto Alejandro Agag feliz porque rasca negocio con los cochecitos y la publicidad que le acompaña.
Este premio abre una nueva vía, hay que ir a las escuelas de arquitectura a galardonar alumnos de primero, y también a la Facultad de Derecho y a la de Medicina, y a la de? así, al tuntún seguro que aciertan. Lo siguiente que le queda a Fernando Alonso es que le elijan pollón del reino.
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Etiquetas: el boletín, opinion