Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
En Hollywood suelen tener buena mano para elegir parejas, en esta ocasión han hecho todo lo posible para que Brad Pit se liara con Angelina Jolie y así promocionar la película de El señor y la señora Smith, pero en realidad a Pit lo que le ha pasado es que se ha encontrado con una hembra de frente de las que huelen a peligro.
Venía de una relación ñoña y con sabor a tortitas con nata con Jennifer Aston, una chica Light que triunfaba en la serie Friends. El actor conoció a Angelina Jolie y descubrió un mundo oculto, el de la sensualidad descarada. Con Angelina parece que todo es posible, es como dormir con el enemigo en el mismo colchón, junto a esa mujer nunca hay noches tranquilas. Al actor se le ve mareado, atropellado, aturdido, y hasta es posible que bien follado porque la vida son cuatro días y dos nos los pasamos esperando a que pase un taxi.
Estos dos superan a la pareja formada por Antonio Banderas y Melanie Grifith, se sitúan por encima en el escalafón del pecado. El Papa que ahora visita Alemania diría que van a condenarse en el fuego eterno pero si las llamas son así de sensuales cualquiera se deja morir. El resto lo hace la luna llena de agosto que da una neblina especial que vuelve a las personas locas y muy sensuales.
Angelina es el pecado carnal, un fragmento renacentista de oda a la buena vida. El guión les ha juntado y luego ellos se han encargado de rodar escenas en interior, noche y sin cámaras. La boca de Angelina es una invitación a la antropofagia, creo que ella lo sabe.
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