Luqui, el gran Luqui

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Joaquín Luqui siempre improvisando: todavía no le tocaba morir, había otros en lista de espera como Raineiro de Mónaco, pero este hombre siempre fue un precursor en todo. Con una imagen a mitad de camino entre el profesor Chiflado y Albert Einstein, Luqui creó un estilo de la radio fórmula que nadie ha conseguido superar.

En los años en los que la buena música era clandestina, y todos los cantantes querían parecerse al “joven ruiseñor”, él consiguió que los 40 Principales sonaran a emisora londinense. Era único y amable, caótico y sentimental, excesivo y curioso. Sabía tanto de los Beatles que McCarnteny enmudecía en las entrevistas, y también Michael Jackson, al que tuvo por otro de los grandes. El tópico dice que estará en el cielo junto a Lennon y a Harrison, vaya usted a saber dónde van los cantantes (y los críticos musicales). En ese cielo de Mozart y Jimmy Hendrix, Luqui tiene muchas cosas que hacer.

Su frase mítica era aquella de “esto va a ser tres, dos o uno? tú y yo lo sabíamos”, coartada para atraer la atención del oyente más cómplice. Y luego se despedía con “un saludo de JL en FM, abrazos para ellos, besitos para ellas”.

La última vez que lo ví caminaba por la Gran Vía mezclado entre el tumulto de las dos y media. La gente no le reconocía porque Luqui era un hombre de radio y de no vanidad. Deja muchos huérfanos en antena y unos sesenta mil discos que apenados esperan ir a la tumba con él, en fila, como nuevos guerreros de Xián.

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*