‘El mar aquí estaría por el Calderón’

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«La vela no es un deporte para nada de pijos» / «En España el mar ha sido el basurero público» / «Lograr unos Juegos es una maratón que queremos resolver como una carrera corta» / «Nunca comparto alegría hasta que no está en el bote» / «He conocido un montón de merluzos» / ¿Y su pulsera olímpica? «Se la acabo de regalar a una amiga»
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Ser marino imprime carácter. La entrevista se realiza en tierra firme, pero en la intención de Theresa Zabell está llenarlo todo de mar. Al fondo no se oyen las olas que rompen, sino las excavadoras omnipresentes. A pesar de todo, consigue crear una isla donde también hay espacio para la crítica a Madrid 2012. Alejada de la competición (que no del deporte), preside la Fundación Ecomar, dedicada a crear conciencia medioambiental en los más jóvenes.

Pregunta.- ¿Señora presidenta o Theresa?

Respuesta.- Theresa, tal cual.

P.- ¿El mar o la mar?

R.- Para mí siempre ha sido el mar, pero para constituir la Real Academia Española de la Mar, dijeron que era la mar.

P.- ¿Hablar del mar en Madrid es osadía?

R.- Sí, la verdad. Procuro que mi despacho sea una isla de mar rodeada de asfalto. Aquí tengo tortugas marinas, barcos, velas, nudos náuticos

P.- ¿Dónde situaría el puerto?

R.- No lo he pensado, pero lo imagino en el sur de Madrid, debe ser porque me he criado en Málaga. No imagino el mar entrando por la carretera de Burgos, ni por la de La Coruña.

P.- ¿Podría afinar un poco más?

R.- Pues por el estadio del Atlético, por el Calderón.

P.- ¿Cambiar los patos del Manzanares por tiburones?

R.- (Risas) No les iría mal con el cambio.

P.- ¿Se arregla con un buen trasvase?

R.- Cuando vamos en coche siempre digo lo mismo: ¡qué pena que no podamos hacer de España un donuts para que Madrid esté más cerca del mar!

P.- ¿La vela es de pijos?

R.- No es un deporte para nada de pijos, aunque en España conocemos más la vela cara que la vela barata (claro que barato no hay nada). Pero apunte que un barco cuesta menos que una moto pequeña.

P.- ¿Se ha mareado?

R.- Sí, algún día te pilla con el cuerpo revuelto y te das cuenta de lo mal que se pasa. Trucos no hay: sólo mirar al horizonte.

P.- ¿Nos pasará factura el mar?

R.- Sin duda. En mi época de deportista pude ver cómo en el extranjero es una joya que cuidan y en España el mar ha sido el basurero público.

P.- ¿Tanto le impactó?

R.- Cuando dejé la competición pensé apuntarme a Greenpeace o empezar a educar a los niños, escogí esta última opción.

P.- ¿Quiere ser ministra de Marina?

R.- No, porque ni doy la talla, pero sostengo que ese Ministerio hace falta, o al menos una Secretaría de Estado.

P.- ¿Cuántos merluzos ha conocido?

R.- ¡Uy, un montón! (risas), los hay en todos lados, se les reconoce por las aletas, por las branquias, por la forma de respirar

P.- ¿Y corchos?

R.- Gente que flota también he visto un montón.

P.- ¿Madrid será olímpico?

R.- Lo veo difícil en 2012. La elección de una ciudad como sede de unos Juegos es lo mismo que hace un deportista para conseguir medalla, es difícil que pase la primera vez.

P.- ¿No hemos hecho bien los deberes?

R.- Lograr unos Juegos es una maratón que aquí queremos resolver como una carrera corta.

P.- ¿Ha habido precipitación?

R.- En cuatro años hemos intentado hacer lo que mucha gente planifica para 10 o 12 años. París lleva mucho tiempo detrás de los Juegos, ya era favorita en 1992.

P.- ¿Y si no nos eligen?

R.- Tendríamos que pensar no en los Juegos de 2016, sino en los de 2020.

P.- ¿No comparte la alegría del alcalde?

R.- Nunca comparto alegría hasta que no está en el bote. A veces estás en una regata, te alegras y las cosas se tuercen.

P.- ¿Y la desilusión?

R.- Sería un golpe duro, pero el mundo del deporte es así. Si no funciona el 6 de julio, a partir del 7 hay que ponerse a trabajar.

P.- ¿Entenderán los políticos sus palabras?

R.- Deben saber que es una cuestión deportiva que hay que afrontar con esa mentalidad de sacrificio.

P.- ¿Sería un naufragio?

R.- Hemos mentalizado a la gente que van a ser aquí los Juegos, ¡ojalá!

P.- ¿Dónde tiene la pulsera?

R.- Se la acabo de regalar a una amiga, pero luego me pongo una para la foto.

P.- ¿Siendo embajadora olímpica paga en el Metro?

R.- Como todo el mundo.

P.- ¿Qué prebendas tiene el cargo?

R.- Ninguna: ni hay pasaporte diplomático, ni nada por el estilo.Es una embajada para llevar con orgullo.

P.- ¿Lo negociarán en el próximo convenio colectivo?

R.- Sí, (risas), es buena idea.

P.- ¿Molaría navegar por La Castellana?

R.- ¡Estaría muy bien! Y no lo descarto.

RETRATO
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Orígenes. Ipswitch Town, (Inglaterra), 1965.
Currículo. Dos medallas olímpicas para un solo cuello, mucho honor. Cinco títulos mundiales y varios nacionales. En 1992, el año de los Juegos en Barcelona, fue declarada «mejor deportista en España» y en 1994, «la mejor regatista del mundo». Comenzó en la vela con 10 años, la primera experiencia fue un agobio porque se mareó. Sólo el pundonor y el orgullo la volvieron a subir a un barco. Es licenciada en Informática.
Debilidades. «Sentir el peso de mis hijos encima».
Aficiones.«Estar en contacto con la naturaleza».
Virtudes. «En plural no sé si tengo tantas».
Defectos. «Que los digan los demás».

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