Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Estimada Trinidad Jiménez: debería usted hacer más paseos urbanos como el de ayer porque se le da muy bien el cuerpo a cuerpo con el madrileño. No lo digo por las encuestas que le igualan con Esperanza Aguirre, (que también), sino por su atractivo personal que es la mejor bandera que tiene el PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. Desde aquella foto con la chupa de cuero, a la fecha, usted se ha ganado el cariño local entre otras cosas porque le ha tocado bailar con la más fea; Alberto Ruiz Gallardón es un rival duro de batir porque consigue conjugar los afectos de los no peperos con el entusiasmo del militante. Y a usted le corresponde hacer oposición en un Ayuntamiento que por encima tiene una Comunidad del PP y un Gobierno de la nación socialista. Y por esa extraña solidaridad en lo chungo que tiene la política si a Moratinos le da por decir que le gusta el vino de Burdeos usted tiene que aguantar la broma en los plenos.
Vocación por Madrid no le falta y la tiene acreditada. Veremos hasta dónde puede aguantar su palabra y no dejarse llevar por cantos de sirena que a veces son carteras de ministro. Sabida es la obediencia debida, casi la fidelidad ciega que exige un partido a sus altos dirigentes, pero sería una locura que después de hacer la mili en el Ayuntamiento lo dejara para dedicarse a lo que Ferraz mande. Es posible que en la subida de su valoración ciudadana afecte también la llamada del maligno, que la gente le estime más porque tenga miedo a perderla. En ese sentido Gallardón sería el primero en felicitarle si opta por otro camino distinto.Me consta su cabezonería: usted se ha propuesto ser la primera alcaldesa de la ciudad y andando el tiempo la veremos de regidora.
Denuncia que el centro de Madrid carece de planes y de ideas, que el Ayuntamiento se mueve por impulsos de zahorí más que por medidas pensadas y necesarias. Se pasea en la incongruencia de cortar el tráfico en la calle Alcalá para demostrar que siempre hay un camino a la izquierda, la calle Sevilla. Acude usted al polideportivo de Latina donde lo único olímpico que existe son las colas para entrar, si todos los habitantes del barrio quisieran hacer deporte no pasarían del embudo de la recepción. Pequeñas contradicciones de esta ciudad que aspira a los anillos con más voluntad que instalaciones. Trinidad ya es la Trini castiza nacida en Málaga, el primer paso para el cariño es que a uno le llamen por el diminutivo pero le aprecien por lo superlativo
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