Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
«La obra lleva 10 años y la ha visto un millón de espectadores, ¡insólito!» / « La vida nos transforma en adúlteros y nos adultera también» / «En el Paraíso, Dios todavía era generoso y se hacía cargo de los gastos» / «Trabajo con mi mujer por elección, porque es la mejor actriz que conozco» / «Ella nos avisó: el público español es más seco que el argentino»
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Detrás de él hay una sombra de nueve generaciones de actores argentinos.Allí es un ídolo. Un día, al cumplir 50 años, decidió instalarse en Madrid. Le ha ido bien, tiene más de cien premios, entre ellos el Max de Teatro. De una manera original los ha colocado entre libros y también entre las macetas, que es una forma ecológica de reciclar premios. Ha escrito Hoy: el diario de Adán y Eva, de Mark Twain, obra que habla de amor y que representa junto a su mujer, la actriz Blanca Oteyza, en el Teatro Reina Victoria.
Pregunta.- ¿El amor es reaccionario?
Respuesta.- En Argentina nos dijeron que no iba a funcionar: dos actores solos hablando de amor. Llevamos 10 años ya, la ha visto un millón de personas, ¡insólito!
P.- ¿Amar es básico?
R.- Nuestro primer sueño es que nos quieran. Después, la vida nos transforma en adúlteros y nos adultera también.
P.- ¿El hombre es el único mono triste porque sabe que va a morir?
R.-Sí, claro. En la cara de esos animales hay una tristeza enorme.
P.- ¿Le angustian los gorilas del zoo?
R.- Sí, porque son de movimientos más lentos y los puedes apreciar en profundidad. Uno se da cuenta de que están tristes.
P.- En el Paraíso, ¿quién pagaba el alquiler?
R.- Me parece que Dios todavía era generoso y se hacía cargo de los gastos.
P.- ¿Adán era de derechas y Eva de izquierdas?
R.- Adán es conservador, quiere que todo siga igual. Eva es más inquieta y necesita ponerle nombre a las cosas, definir el universo.
P.- Y Dios, ¿a quién vota?
R.- Creo que está triste. Urge a la humanidad encontrar una solución al hambre, al dolor, a la tristeza.
P.- Trabaja con su mujer, ¿todo en familia?
R.- Lo hago porque es la actriz más hermosa que hay, la que he elegido y la que más talento tiene. Trabajo con ella por elección, para toda la vida si es posible. ¡Ojalá!
P.- ¿En casa hablan de trabajo, también?
R.- Hablamos de sueños, de proyectos, de hijas (tenemos dos).Y también del jardín, de las plantas, de las cuentas que hay que pagar, de la hipoteca.
P.- ¿Además de en el teatro, y en casa, dónde coinciden?
R.- Mire: llevamos 1.700 funciones de esta obra juntos. Hemos hecho radio, televisión, cine y sigo eligiéndola como compañera Aunque estemos enojados por cualquier cosa, yo la elijo por encima de todas las mujeres, de todas las actrices.
P.- ¿Sin ella está cojo?
R.- Por suerte se fijó en mí. Han pasado los años y sigo apurando el paso cuando sé que ella me espera en algún lado.
P.- ¿Es usted un hombre justo?
R.- No tolero a los ladrones, a los corruptos o a los asesinos.
P.- ¿Son la mayor parte de la Humanidad?
R.- No lo creo, pero ellos son la noticia. Los que hacen el esfuerzo cotidiano y en paz no aparecen nunca.
P.- ¿Qué somos?
R.- Nos han transformado en buscavidas que tratan de ganar el pan como sea y, a veces, no es un pan honrado, sino amargo.
P.- ¿Por qué tengo que ir al teatro si no dan fútbol?
R.- (Pausa larga) Cada uno hace con su vida lo que le da la gana.Si su necesidad es gritar gol como un primate es un problema de cada uno. El teatro ofrece un cúmulo de preguntas y, a veces, algunas respuestas.
P.- ¿Es el mejor espectáculo?
R.- El teatro no admite top manta: es aquí, ahora y nunca más.
P.- ¿En Argentina se dice concha del apuntador?
R.- Es la palabra más bella que existe, se llama igual: la concha del apuntador.
P.- ¿Es buen público el madrileño?
R.- Cuando vinimos aquí, mi mujer nos avisó: «El público español es más seco que el argentino». Pero ha pasado todo lo contrario, hemos estado de gira en 50 ciudades.
P.- ¿Por qué le llaman el respetable?
R.- Porque merece respeto, supongo.
P.- ¿Si suena el móvil deja de serlo?
R.- Para convertirse en irrespetuoso. Sucede mucho y produce una gran tristeza. A veces he parado y me he dirigido al espectador con alguna cosa fuerte.
P.- ¿Le afecta el cambio climático?
R.- Cuando era chico hacíamos viajes en coche por Argentina, siguiendo a la compañía de teatro, y los motores se recalentaban porque cientos de mariposas impactaban en los radiadores. Ahora no quedan mariposas.
P.- ¿Quiénes son responsables?
R.- Están todos a la vista: los armamentistas, los traficantes…¿para qué buscar más?
P.- ¿Actuaría para ellos?
R.- No sé quién está en la butaca, pero una vez eché a un general del teatro, en mi país.
P.- ¿Y qué dijo?
R.- No lo sé ni me importa. Era el general Arguindegui.
RETRATO
Orígenes. Buenos Aires, 1950, en el sanatorio Otamendi. Currículo.Actor, 30 obras de teatro, 55 películas, televisión y «radio, algo que digo con orgullo». «Tengo todas las contras para ser actor: no tengo vicios, no bebo, aunque sí fumo». Nominado a los Goya por Sé quién eres, también ha participado en Plenilunio, Tovivo c.1950 y Tango, de Carlos Saura. Aficiones. «Estar con mi mujer, también en el trabajo: le puedo hablar de amor durante dos horas porque lo dice el guión». Debilidades. «El silencio, acá en Madrid es imposible». Virtudes. «Constante y terco». Defectos.«Puedo explotar con facilidad. De joven sacaba las manos con facilidad».
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Etiquetas: el mundo, entrevista