Por: GENMA MARÍA PARDO FARALDO
?Caerse, tropezar, tener enfermedades coronarias, esto forma parte de la vida?. Lo dice Julio Anguita tras sufrir dos infartos -uno el 27 de mayo de 1993, en Barcelona y otro el 28 de agosto de 1998, en Córdoba-, una angina de pecho y una operación de triple by-pass. Un Anguita que se decide un día a escribir sobre su Corazón Rojo para que sirva de estímulo vital a aquellos que se sientan acorralados por un diagnóstico que nadie desea escuchar nunca; para quitar la carga maldita que acompaña a la palabra infarto y para animar a las personas que estén en su misma situación, transmitiéndoles el convencimiento y la experiencia de que se puede continuar haciendo una vida normal, en su justo término, sin temor a una espada de Damocles sobre sus cabezas.
El “Califa Rojo”, como fue apodado en sus tiempos de alcalde de Córdoba, habla en su libro del ?corazón? como sinónimo de las personas, motor de pasiones, cuna del honor y como el auténtico centro de gravedad de los hombres de bien, situándonos por ello ante la parte más emocional del enfermo. Este es el testimonio de un combatiente en la trinchera al que su propio corazón da pie para hablar de otras cosas que también son importantes en la vida como el alma, la razón, los avances de la ciencia y la genética, la monarquía, las bombas de Hiroshima y Nagasaki, las utopías, los líderes y los dirigentes políticos, el cosmos? Y es que este republicano convencido desde la imagen y la reflexión, confiesa sentirse del todo identificado con el protagonista de ?Encuentros en la tercera fase? de Spielberg, el actor Richard Dreyfuss, quien en la película se sube a una nave espacial y se marcha; manifestando que si ahora mismo le aseguran que va a conocer el cosmos y que va a tener acceso al saber, sin duda se monta en la nave y adiós muy buenas.
Julio Anguita muestra en Corazón Rojo. La vida después de un infarto el perfil más humano, mitad biografía, mitad anecdotario, de un político que está vivo gracias a la medicina y que con sus palabras tiene todavía la capacidad de enganchar a un público expectante desde el principio hasta el final.
Gracias al cuidado trabajo de edición del periodista cordobés Rafael Martínez-Simancas, hoy sabemos que el antiguo coordinador general de Izquierda Unida, está fuerte como un toro y sigue siendo genio y figura por media España. Un relato ágil, claro y entretenido, revelador de vivencias personales, hace que conozcamos a Anguita en estado puro; desde aquellos interminables viajes en coche, de ida y vuelta en el día, entre Córdoba y Madrid para que el Ayuntamiento no se gastara un duro en dietas con su alcalde, hasta el instante terrible en que conoció la muerte de su hijo Julio en Irak. Un texto fácil de leer, que aunque algunas veces pueda parecer repetitivo en el tratamiento de ciertos temas o anécdotas, resulta tremendamente interesante.
REALIDAD LITERAL
Internet, diciembre de 2005
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Etiquetas: crítica, realidad literal