(“OTR“/EUROPA PRESS, miércoles 19 de febrero 2014)
Acudamos de nuevo a Gila como hace David Torres en su última novela “Todos los Buenos Soldados”, ambientada en aquel absurdo que fue la guerra de Sidi-Ifni, y preguntemos como hacia el gran cómico español si es el enemigo y que se ponga. Datos convenientemente filtrados por Interior hablan de una supuesta oleada de inmigración que aguarda para asaltar Ceuta y Melilla. Se trata de un elevado número de personas que huyen de guerras, hambrunas, catástrofes y unas condiciones de vida que ni siquiera se pueden considerar vida. Y por encima de mafias, policías corruptos de frontera, y vallas punzantes a estas personas les mueve el hambre que es palanca sólida para saltar lo que se ponga por delante. Con hambre se salta el Estrecho de Gibraltar con una caña usada como pértiga.
Las distintas políticas de inmigración del PP y del PSOE no sirven, y los lamentables hechos de Ceuta demuestran la incapacidad de la autoridad competente para afrontar el problema. El director general de la Guardia Civil todavía no ha pedido perdón por mentir acerca de los disparos de las pelotas de goma. Cada día que pasa sin tener las ideas claras es un día perdido porque no será a base de subir las vallas como se solucionen nuestras contradicciones. Ha llegado el momento de coger el teléfono para decir: “Bruselas, tenemos un problema” y explicar que no podemos ser los gendarmes de Europa porque el asunto nos afecta a todos.
Mientras sigan existiendo desigualdades tan atroces en el mundo siempre habrá niños perdidos que crucen el desierto como Marwan huyendo de las bombas. La imagen de Marwan caminando por el Sahara recuerda la greguería de Gómez de la Serna: “cada vez que anuncian por megafonía que se ha perdido un niño pienso que ese niño soy yo”. Marwan somos todos menos los que creen que tirando pelotas de goma van a detener a los que se han echado al mar.
El drama de la inmigración deja en evidencia la incapacidad de los dos grandes partidos para ponerse de acuerdo en una Ley que esté a la altura de las circunstancias.
Las peleas entre socialistas y populares creo que les traen al pairo a los que aguardan su oportunidad para cruzar la frontera. África es el gran continente olvidado al que hemos dejado abandonado a su suerte tras un proceso de colonización que fue incapaz de crear riqueza local; cuando los europeos se marcharon sus cargos fueron repartidos entre los caciques locales. A nadie le ha importado nunca que África siga en la Edad Media.
Pero en ningún caso podemos tratar a seres humanos como el enemigo así que pueden recoger la munición y guardar las escopetas. Lo que urge es tener previsto qué respuesta le vamos a dar a los que llegan desesperados y han elegido morir en el intento antes que vivir en el espanto.
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Etiquetas: David Torres, Gila