(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 15 de diciembre 2013)
Durante casi dos décadas Alberto Oliveras presentó en la SER un programa que tiene un título que encaja muy bien en estos tiempos: “Ustedes son formidables”, y vaya que lo son. Mientras salen a la luz los chanchullos del banquero Blesa con el poder, y viceversa, mientras afilan una Ley de Seguridad Ciudadana que multará hasta los malos pensamientos y mientras los políticos “escriben”, (es un decir), sus memorias que son ajustes de cuentas, ustedes, los formidables, aguantan estoicos que el crédito fluya y que la recuperación económica no sea sólo cuestión de unos pocos futbolistas a los que les renuevan la ficha. Y si hace frío se tienen que calentar con la imaginación porque las pensiones dan para una supervivencia precaria.
Este gobierno liberal que presume de no intervenir tiene sus tentáculos metidos en todo, desde la judicatura a la banca pasando por los medios de comunicación a los que amenaza Montoro con desvelar sus miserias, es aquello de come y calla en versión “publica y no te quejes”. Lo que hay alrededor tampoco es un espejo de virtudes, tenemos desde sindicalistas jetas que se alimentan únicamente de langostinos, la dieta del ERE le llaman, a golfos condenados porque se les acabó el chollo de tanto usarlo. La lista es conocida: Fabra, Matas, Correa, gurtelianos y malayos, barcenitas y urdangarines, lo mejor de cada casa.
Ante un futuro bastante incierto lo que el poder demanda del ciudadano es confianza y paciencia, argumentos básicos para tener a las masas en calma mientras se tragan panzadas de basura por televisión. Intoxicar a través del mensaje es un viejo método que nos enseñó el perverso Goebbels con sus once principios de la propaganda, unos mandamientos de la comunicación con los que se controlan cerebros a distancia. El ciudadano debe aguardar a que le descongelen el sueldo y a que le bajen los impuestos siempre y cuando las circunstancias sean favorables.
Pero no hace falta ser diplomado en Harvard para darse una vuelta por el barrio y contar las tiendas que se han ido al garete en los últimos años. Y casi de forma paralela cada diez tiendas que se cierran se descubre que alguien tenía una cuenta en Suiza. Suben los precios y el poder adquisitivo retrocede una década. Nos podemos preguntar quién se ocupa de lo nuestro ya que estos señores están tan empanados discutiendo entre ellos para salir en los telediarios como autores de la última ocurrencia. En definitiva que aguantan ustedes como jabatos una crisis que no han provocado, y lo hacen en silencio, con gran educación además. Tenía razón el viejo Oliveras: “ustedes son formidables”.
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Etiquetas: Alberto Oliveras, Blesa, Correa, Fabra, Goebbels, Matas, Montoro