OlÃa a azufre y estaba oscuro. Quemaba el suelo al caminar. Llegar hasta allà me habÃa costado atravesar un laberinto de nieve y nieblas. La última casa habitada, una venta de mala muerte, la habia dejado atrás hacÃa cuatro dÃas. Los caballos se negaron a acompañarme el resto del camino que tuve que hacer a pie. Horas antes de llegar a la casa del diablo dejaron de volar los pájaros y cesó toda vegetación, aquello era un paraje raro, tenebroso pero muy emocionante.
La puerta era enorme y solemne. A ambos lados unos grillos negros hacian guardia en sus garitas de latas vacÃas, sus ojos eran de extrema prevención. Hice sonar la aldaba, la casa entera crugió.
En el jardÃn de parámpanos secos unos perros roncos lanzaban cuervos al aire. Antes de que me pusiera de puntillas para escuchar mejor Lucifer abrió la puerta: sentà un frÃo extraño de nube que golpea sin previo aviso. Ã?l me miró, yo también, él me retó, yo no. Y cuando estaba a punto de decir alguna palabra coherente el propio Lucifer me preguntó: “¿No tienen pizzas sin beacon?”.
- “Tiene razón, el bacon sabe a mil demonios”.
Por la puerta asomaron mil demonios muertos de risa, les habÃa gustado la sandez. Luego se cerró y me quedé con mi gorra de Tele Pizza y una propina en la mano. Es cierto que a veces no soy el más oportuno del mundo.
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Esta vez, sà has sido el más oportuno del mundo: nada como una corta historia -la historia si corta dos veces buena- para el tránsito ocasional por una tarde de sábado.
Muy Señores MÃos: mi obligación es ser el mejor de El Mundo, aunque a veces el diablo me lleve. Gracias, saludos de sábado por la tarde.
La historia es inquietante, a la espera del final me aventuro y me digo, va a salir con que era un sueño!
Pero vaya! era el de telepizza!
jajajajaja
Un saludo para una tarde de sábado y AveMarÃa PurÃsima que no te doy más tormento ya!
Ã?la!
Paqui: en casa del diablo todo tormento es un divertimento. Pero por si acaso tu te persignas. Haces bien.
Vade retro, Satanás. Otra con mucho pepperoni y mucha mozzarella, blanca como la blanca luna llena, cuando campa el hombre lobo.
La propina era, en realidad, la bala de plata que le administraron al pizzero, por ‘sobrao’.
El pizzero salió vivo del encuento, por eso pudo contarlo. Es verdad que era un sobrao pero todos los que trabajan con pizzas creen que su verdad es la más grande.
Asi que te habÃas ido al infierno a hacer un curso de pizzero! Yo me preguntaba dónde …. andará este hombre y ,mira por donde, estabas mucho más lejos de lo que yo, pobre infeliz, podÃa imaginar….Eres realmente inalcanzable e inabarcable…Encarnas a la perfección la dualidad del universo porque, con total desparpajo, vas de ser la Madre Santa del Amor Hermoso (o algo asÃ) a transfigurarte en el mismo demonio…Y yo te pregunto “desde esta apartada orilla”:
-Mi señor, ¿con cúal de las dos caras su merced se encuentra mejor?
Victoria
Con las dos, Victoria, con las dos.
Somos asà de duales, por un lado angelicales y por otros perversos.
Lo curioso es que el diablo es humano porque tiene hambre.
la palabra parámpanos me ha recordado a un chistecillo, en el que la madre le dice al nene -’hijo que cara pones’- YAlo que el chaval le contesta – ¿Mami, que son carapones?’-
¿Que son parámpanos?
Yo conozco pámpanos p.e. del villancico Ya viene la Vieja:
Pampanitos verdes,
hojas de limón,
la Virgen MarÃa
Madre del Señor.
Lo del bacon, lo dejamos para otro dÃa. La historia me gustó
Los parámpanos son una invención literaria, un palabro, un engendro gramatical a mitad de camino entre lo verde y lo inanimado. Podrian ser árboles de hojas negras y corteza marrón, y podrÃan ser esculturas de hierro trabajadas con soplete.
El bacon es la venganza de los cerdos por matarlos: colesterol puro, veneno en la piel.
Ser el mejor de El Mundo, no es moco de pavo si tenemos en cuenta que está bien sostenido por un buen par de tirantes, asà en general, en lo vertical por algún que otro primer espada y en lo horizontal por miembras y miembros que tienden, por méritos propios a la verticalidad… En fin, y en todo caso, te deseo que logres tan noble fin profesional.
(Lo de las cámaras se va a otro precio; que si no le enfocan a uno, ya puede ese uno clamar al cielo o a la mismÃsima Madre Santa del Amor Hermoso).
Quizá sea mucha vanidad ser el mejor, me conformo con ser uno. No vaya a ser que el diablo me ofrezca un pacto, y entonces, ¡Madre Santa del Amor Hermoso!, seguro que caia porque soy chico fácil.
De todas maneras, como hay como en botica, siempre he pensado que no hay un mejor, sino varios. O sea…
Lo de chico fácil suongo que lo dirás mirando hacia otro lado. Yo tambien.