(“ABC“/MADRID, miércoles 9 de octubre 2013)
Tras la puesta en marcha de la operación “Tu si que vales” para músicos callejeros que deberán ganarse el carnet de trovador urbano llega el manual del buen vecino madrileño. La normativa que la alcaldesa Botella pretende introducir ya tenía una parte que no se ha desarrollado nunca y otra que se crea con ánimo de hacer caja. Resulta algo cansino vivir en la ciudad de las normativas que no se cumplen, (horarios de cierre, coches oficiales que rebasan el control de velocidad en la M-30, terrazas sin papeles que invaden la acera); pero en cambio a uno le pueden crujir porque deciden que tiene una maceta en el balcón en peligrosa actitud de equilibrista.
Váyase contra la prostitución callejera o contra los gorrillas, algo que se podría hacer sin esta ordenanza puesto que escándalo público son y por otra parte extorsionan a los conductores. Aplíquese la mano dura contra las mafias que utilizan a niños para mendigar o que se lanzan al parabrisas del coche con ánimo de “limpiarlo”, ¿pero qué mal han hecho los pacíficos vendedores de pañuelos de papel que se buscan la vida de euro en euro?, ¿de qué atrocidad se puede acusar a los malabaristas que se ponen en los semáforos a jugar con tres bolos? Artistas son, no del alambre, lo son del hambre que es la peor cuerda floja sobre la que puede moverse un hombre.
La normativa urbana cuando mas sencilla, mejor. Y ya si se cumple por parte del Ayuntamiento entonces perfecto. Asumido nuestro papel de ciudadano no estaría de mas que el Ayuntamiento se hiciera cargo de su vocación de servicio público y atención ciudadana.
Vale, retiramos las macetas del balcón por tenerlas por peligrosas suicidas incontroladas, pero usted señora Botella comience por retirar terrazas instaladas en espacios no permitidos, por evitar que paguemos un “óbolo” a las mafias por aparcar en el Zoo, o porque se respete el carril bici. Hagamos un trato.
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Etiquetas: Botella