Casillas

(“EL BOLETIN“, miércoles 18 de septiembre 2013)

Casillas además de capitán del Madrid y de la Selección Española de Fútbol es un ejemplo de “normalidad” en casa de Florentino. Es un buen tipo, se lo tiene poco creído y por supuesto es una estrella pero al menos no presume de bañarse en euros como Bale o Cristiano que acudió el domingo a por su parte de Botín al Bernabéu y allí fue entronizado como rico oficial aunque intentó disimular con unas gafas de pasta que no se recordaban desde los tiempos de las cajeras del “Un, Dos, Tres”. No digo que no se haya ganado el sueldo pero en tiempos de crisis es poco ejemplar un acto de opulencia, pecar de discreto es virtud.
Casillas parece que no está dispuesto a ser otro Guerrero de Xián de Florentino, hace falta saber si el emperador tolera esa pequeña dosis de disidencia interna. Hay quien sostiene que detrás de sus prolongados días de banquillo está la mano que mece la presidencia y que el entrenador actual cumple con lo que le mandan. Parece que Florentino le tiene por chivato de vestuario y por eso le ha castigado, un castigo que le ha caído en función de su posición de consorte de Sara Carbonero, lo mismo que le pasa al juez Gómez Bermúdez con Elisa Beni. Ya solo falta que Carbonero escriba un libro sobre su chico, desde luego no hay motivos que lo impidan, seguro que sería éxito editorial.
Anoche aguantó trece minutos hasta que se volvió a lesionar, hay motivos para pensar que le ha mirado un tuerto. Quizá esa circunstancia le ayude a despejar su futuro puesto que la grada sur le tiene una ojeriza manifiesta. A otros les pasó lo mismo. La velocidad con la que quemamos iconos es de vértigo, ahora ya no es tan ejemplar y encima se ha convertido en un incordio. Raúl lo olió a tiempo y cambió La Castellana por la Vía de la Tranquilidad.
De poco le valen sus Copas y haber sido el capitán de la primera selección española que conquistó el europeo y el mundial, un récord que ya veremos si se vuelve a repetir con éxito. La entrada al campo desde el túnel de vestuarios es gloriosa porque recuerda la salida de los gladiadores, en cambio el camino de vuelta es penoso cuando se hace en solitario, lesionado y con la cabeza en otra parte. Aquellos que le aclamaban no le echarán de menos porque ya tienen otros gladiadores para jalear, el circo nunca se interrumpe.
Casillas es veterano pero le queda carrete para jugar en otro equipo, para buscar un sitio donde le quieran porque ser suplente en el campo puede que dependa del entrenador pero ser titular en la vida depende de uno.

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