Plan Renove PP

(COLPISA/ VOCENTO, martes 20 de agosto 2013)

“No estoy, para cualquier cosa que queráis os remito a Martínez Pujalte que está de guardia”. Con esta respuesta los dirigentes del PP se quitan de en medio aunque luego algunos añadan: “si sabes algo de lo que va a pasar en septiembre, avísame”. Y lo que puede pasar es que se desate la guerra Soraya/Cospedal y Rajoy no tenga otro remedio que disimularla en forma de renovación de cargos. En el fondo se trata de empujar al abismo a la vieja guardia, Arenas iría el primero. La guerra parece decidida a favor de la vicepresidenta del Gobierno así que es fácil imaginar los que pueden caer en este Plan Renove.
Zapatero en su día acometió otra reforma parecida y puso como excusa la edad, bien se quejaban Belloch y Leguina de que en el socialismo español no eras nadie si tenías mas de cincuenta años mientras que en Francia los socialistas hacían carrera con setenta años. Zapatero quería borrar la huella de Felipe González aunque tragó con Rubalcaba como cuota, los demás fueron laminados o enviados al extranjero caso de Almunia. En el PP se trata de limpieza de corrales, de entrar a fondo y eliminar a quienes estén contaminados por la época Bárcenas que linda con la Gurtel también. No se explican cómo es posible que teniendo abierto el caso de los ERE, la mayor red de corrupción política conocida, sea Bárcenas el que ocupa portadas y el que provoca sonoras meteduras de pata tanto de Rajoy como de Cospedal. Esta última está hasta el gorro de que le pregunten por alguien que no tragó nunca y que eliminó de Génova con gran placer. Al decir ante el juez Ruz que el pacto de salida del ex tesorero se fraguó entre Rajoy y Arenas quiso demostrar que a ella que le registren.
La triunfadora de estas aguas revueltas es la vicepresidenta del Gobierno que tiene a sus amigos, casi todos compañeros de oposición, bien colocados en puestos de responsabilidad. Ella sería la capitana de esta nueva transición que dejaría a Cospedal centrada en Toledo que es una manera elegante de decir que en Génova no hace falta, (¿Qué otra cosa podía haber dicho Cospedal en la Audiencia Nacional si nada tiene que ver con el despido en diferido?) Quizá nos perdemos algún detalle de una disputa interna cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. Soraya no quiere gestiones al estilo Arenas; uno que se hace el encontradizo es Gallardón al que le encantaría recuperar la secretaría general que ya trabajó en tiempos de AP cuando sustituyó al singular Vestrynge-
El movimiento de piezas tiene que ser hábil, que no parezca que Bárcenas ha generado una crisis de gobierno pero da toda la impresión de que los titulares de Sanidad, Cultura e Industria se pueden dar por liquidados. De lo que hablen Soraya y Ana Pastor saldrá una lista que empieza en Moncloa y se extiende al partido. Como suele pasar estas cosas provocan heridos pero Soraya no está dispuesta a ver como sigue cayendo la intención de voto.

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