(“El Boletin“, miércoles 17 de julio 2013)
Al final la democracia va a ser un sistema mas complejo de lo que se podía pensar: no es que uno tenga contacto directo con los políticos que ha votado es que ellos pueden hacer con el mandato electoral lo que les convenga. Así ocurre con Rajoy del que dicen está buscando la fórmula para comparecer en el Congreso. Lo tienen difícil porque es poco dado a comparecencias, es mas le tocan un pie sobre el que previamente ha caído la ceniza del puro. Si Rajoy no comparece ni en Génova cómo va a hacerlo en el Congreso dónde sólo le van a mirar mal.
El concepto fórmula es una aportación a la democracia moderna. Es insólito que haya que buscar huecos para que el presidente del Gobierno acuda a la casa de todos a responder a preguntas. El concepto fórmula es para la Coca-Cola y otros inventos, salvo que nos digan que Mariano Rajoy no es una persona si no un “invento”, en ese caso se entendería todo porque a nadie se le ocurre pedir explicaciones a un “invento”. Y estar gobernados por inventos sería una de nuestros pecados por haber dejado la democracia en manos de los que no creían en ella. Todo presidente del Gobierno tienden a la huida hacia adelante sin dar explicaciones porque las palabras se gastan y tampoco todo el mundo las entiende igual.
A nuestro “invento” le trae al pairo la comparecencia, de ahí que busquen triquiñuelas para evitar que se produzca. Por respaldo en la Cámara no será porque le sobran diputados para seguir jugando al escondite otros dos años y luego es posible que revalide mayoría. Rubalcaba quiere hacerle hablar a través de una moción de censura que para él es bastante suicida pero que la da por buena con tal de ver al presidente subiendo al atril del Congreso.
De momento no hay ni operación biquini, ni operación salida, ni operación Paso del Estrecho, lo que tenemos por delante es el silencio mientras unos señores trabajan en la fórmula. Ya veremos. Descarten grandes resultados.
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