(“OTR”/EUROPA PRESS, 10 de julio 2013)
El plazo se acaba en octubre, en otro caso el Consejo Superior de Investigaciones Científicas tendría que echar el cierre según anuncia su presidente Emilio Lora-Tamayo. El CSIC ha sido la gran referencia en la investigación española, la casa en la que los talentos han podido desarrollar sus proyectos hasta que nos hemos dado de bruces con la realidad de una deuda descomunal. La paradoja es que mas deben los equipos de fútbol y la Liga no se detiene, por ejemplo, nadie se querría hacer responsable de vaciar los estadios los fines de semana. En cambio el CSIC jubila a sus investigadores y luego no tiene presupuesto para contratar a jóvenes con talento, este es el drama de la investigación en España a la que la autoridad ministerial no le da ninguna importancia, sigue vigente el “¡que inventen ellos!”.
Cerrar el CSIC sería una tragedia de enormes dimensiones y la mayor consecuencia del latrocinio continuado que han sufrido las arcas públicas por parte de lo que presumen de patriotas pero tienen residencia fiscal en paraísos terrenales o, directamente, abrazan a una SICAV para tributar lo mínimo por una vida de lujo. A esos bastardos que se escudan detrás de sus corruptos balances y abogados bien engrasados les debemos una ruina social que no solo afecta a la ética si no que puede destruir el estado del bienestar y devolvernos a tiempos de españoles mendicantes. Dice Montoro que somos el país de nuestro entorno en el que menos se recauda, dos puntos de media menos, pero lo que no cuenta es que somos campeones de defraudar con mecánica alegría. A eso podemos añadir la escasa confianza que muestran las instituciones públicas a nuestros gobernantes, igual ya trabajan en un plan para privatizar la investigación científica poniendo publicidad sobre las batas blancas. Propuestas mas extrañas se han visto.
“Se acabó la gasolina” dice Lora-Tamayo y de hecho vamos con la inercia que nos proporciona rodar cuesta abajo, luego ya veremos hasta dónde nos acerca el impulso moribundo. Por desgracia sobre esta cuestión no habrá un pleno monográfico en el Congreso ni leeremos noticias en las portadas. Es tremendo comprobar cómo algo que nos puede afectar, (para mal), a todos tiene una presencia tipográfica tan débil. Un país no se construye creando concursos de cocineros por televisión, hace falta una sólida propuesta de inversión en investigación porque es una parte de nuestro crecimiento, (I+D), la ciencia aporta y no verlo es una pésima noticia. Pues si creen que esto le importa a algún mandatario van listos; ellos a lo suyo que es tapar sus vergüenzas, lo malo es que nosotros tampoco sabemos defender lo nuestro.
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