(“El Boletin”, miércoles 20 de marzo 2013)
Cuando se escriba la historia de este periodo se dirá que tuvimos un presidente que cambiaba de rumbo según iba la cosa. Rajoy anuncia revisión de las previsiones económicas para el año que viene en función de lo que nos llega de nuestro entorno, ¿Lo dirá por Chipre? Rajoy es firme candidato al Premio Mortadelo por la cantidad de trajes diferentes que puede lucir depende del momento, no sólo en economía porque en política antiterrorista es igual: lo que dice en Madrid se la trae al pairo al PP en el País Vasco.
La biografía de Rajoy es la de un superviviente que pasó por el aznarato sin hacer mucho ruido y que compartió pared con el despacho de Bárcenas y lo tuvo por un señor muy honorable hasta que Bárcenas salió por peteneras suizas en las que combinaba sus dos grandes pasiones: el pillaje depositado en cuenta secreta y el esquí en alta montaña. A otro se le hubiera mudado el color de la cara pero a él no, muy al contrario se fuma un puro por Manhattan como si estuviera en los toros de Vigo. Desde luego que a Rajoy el valor se le reconoce.
Los cambios a los que se refiere pudieran ser nuevos recortes a la clase media porque de momento no ha metido mano en el gran escándalo de las administraciones regionales y locales. La reducción de coches oficiales ha sido testimonial y el anuncio de nuevos ajustes lo hace un día después de asistir a cómo Ana Botella les decía a los del COI que mil quinientos millones de euros se sacan en “ná”, rascando un poquito de aquí y de allá. Es decir que el loro sigue comiendo chocolate y a la señora Botella le da igual con tal de lograr esa cabezonería olímpica que pondrá a Madrid de nuevo patas arriba.
Pero sin irnos tan lejos, al 2014, es muy posible que Rajoy esté tramando otro golpe de timón en el partido. La fecha ideal para consumar el baile de sillas que dejaría fuera a Cospedal sería este viernes, y la ganadora en la batalla la vicepresidenta del Gobierno que es poco partidaria de esas explicaciones que se dieron “de manera simulada y en diferido”. Caso de producirse el batacazo nuestro hombre quedaría de nuevo como el último en enterarse de lo que ha pasado.
Y mientras tanto los Bárcenas de penitencia. Atentos a la cofradía de la Vera Cruz y Confalón de Astorga porque esta “madrugá” del viernes santo puede ofrecernos imágenes de arrepentidos ante el Señor. O lo que es igual: que cada uno aguante su vela.
Compartir:
Etiquetas: Ana Botella, Chipre, Rajoy