Una vez más aporto testimonio gráfico para apoyar mis argumentos, (eso lo aprendà de cuando estudiaba Derecho: no basta con llevar la razón, si no puedes demostrarla entonces la has cagado). Luego el Periodismo me enseñó que nadie creerá que las burras tienen el pelo azul si no muestras un puñado de ellos en tu mano, y el caso es que tengo un cajón lleno de pelos azules de burra y nunca me han encargado un reportaje sobre ellas, ¡qué lástima de hombre!
Testimonio gráfico tomado en una zona de música de gran almacen, Madrid, hace un par de dÃas… o siete, (tampoco vamos a ponernos rigurosos).
Atentos: El Himno de la Legión figura en la estanterÃa de pop-rock internacional. Bien está que la Ministra de Defensa quiera modernizar a las Fuerzas Armadas pero esta vez creo que se ha pasado de entusiasmo, ¡qué va a decir Cristina Aguilera, por ejemplo!
Es verdad que muchas veces nos encontramos en el lugar menos adecuado y en el momento más inoportuno. De eso quiero dialogar, de la cantidad de veces que hemos tenido que poner cara de paraguas suizo. Recuerdo que cuando era pequeño, recién llegados a Madrid, le pedà a mi madre salir en procesión con El Cristo de Medinaceli, (yo tenÃa una túnica negra heredada de mi hermano, y de otra cofradÃa de mi pueblo). Mi madre que nunca ha sido Einstein, llamó a la iglesia y dijo que el niño querÃa ir… pero que era “negro”, (y el capellán debió pensar: no somos racistas que venga).
Y el que suscribe apareció en la Carrera de San Jerónimo, vestido con su túnica negra cuando todos los demás llevaban una túnica morada. De esa forma entendà que para hacer el ridÃculo siempre se está a tiempo.
Pido situaciones parecidas. Sé que mejorar ésta es imposible.
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La verdad es que no se me ocurre situación superior al cd de la legión,sobre todo por que está en internacional,!tendria que estar en nacional!.Si Millán Astray levantara la cabeza ja,ja.
Para ridÃculo el mÃo……..todavÃa se están riendo.
Todo ocurrió en una noche de feria, el lugar no voy a nombrarlo, salÃa de una caseta con tres bellezas, tras varias copas ( financiadas por mi bolsillo) y entre bailes y risas, acabamos desayunando en el hotel en el que nos hospedabamos todos ( de ahà las conocÃa).
La gente en el hotel me miraba con admiración, el desayuno fue muy divertido, no parabamos de reÃr y por supuesto yo pensé que alguna de las tres caerÃa en mis redes………iluso de mÃ!!!!! Qué ridÃculo.
Tras proponer a cada una por separado diez minutos en mi habitación para una última copa, con su correspondiente negativa, acabé babeando por el pasillo del hotel mendigando compartir cama. Pero mi sorpresa fue, que tras acompañarlas por todo el Hotel, cuando ya estabamos llegando a las habitaciones, una de ellas muy seria me miró fijamente a los ojos y me dijo ” pues sà que eres valiente, ¿ te atreves con las tres?” Yo me quedé bloquedo y con voz temblona pregunté ” ¿Pero, dormÃs las tres juntas?” Y ella respondió ” ¡¡Claro!!”.
Bajé la cabeza y desaparecÃ. ¿Puede alguien superar semejante ridÃculo? Yo creo que no.
Jajaja, ¿qué será lo próximo: encontrar a la cabra en la sección de mobiliario art decó?
Y ya veo que lo del negro te viene de lejos, jeje, mandingo, que eres un mandingo…
Yo soy de esas que ofenden pero sin querer. Cuando buscaba piso el vendedor me decÃa, ¿y Campanar qué tal?, y yo, uf, no, no, cualquier sitio menos Campanar, odio ese barrio. Verle la cara y saber que vivÃa en Campanar fue todo en uno, claro. Lo mismo me pasó con uno que conocà en una fiesta, media hora de reloj criticando sin piedad a estos artistas modernos que hacen obras de arte tipo performance, sin que el tipo rechistara, para luego enterarme de que él se dedicaba a eso…
Y a un profesor horroroso que tenÃa, como recién salido del nodo, superreligioso (en su despacho oÃa la emisora del vaticano en latÃn, no te digo más) le mandé por error unos poemas entre los que habÃa alguno subidito de tono y otro anticlerical. Menos mal que luego le mandé otro mail diciéndole que habÃa sido un error y que no abriera por nada del mundo el adjunto del primer mail. Tú no lo hubieras abierto, ¿no?
Hale y paro ya, que si el otro dÃa no era el libro de reclamaciones, éste tampoco es el cajón de los remordimientos…
Está claro que para no tener sentido del ridÃculo hay que ser legionario -¡mira que pintar los cuernos del carnero de color oro- o extranjero. Y, para extranjeros, los del otro lado del charco, que saben dirigirse a la audiencia desde pequeñitos.
DeberÃa ser obligatoria, desde la niñez, la asignatura de “arte dramático” en las escuelas. Otro gallo cantarÃa…Pues no, no hemos pasado de “el médico a palos” de MoliÚre o representar la pasión de Cristo por Semana Santa. De esta última viene mi transtorno por stress post-traumático. Aún sigo buscando al hijoputa de Judas, cuando me robó mi túnica de jefe del SanedrÃn…
Para ser sincero, nunca me he visto en una situación comprometida, o al menos yo no la vivà como tal. A veces, dependiendo de nuestro estado de ánimo, resolvemos sin darnos cuenta situaciones que podrÃan desembocar en ridÃculas. La cuestión es no darles mayor importancia.
Rafa, ¿qué haces con un cajón lleno de pelos azules de burra? ¿eres de los que coleccionas “de todo” y nuncas haces limpieza en tus cajones/armarios/archivos?
Volviendo a la foto…creo que no tiene precio. ¿A quién se le ocurrirÃa poner ese disco allÃ? Válgame el cielo!!!. Por cierto, ha mejorado mucho la calidad de imagen de tu i-phone desde la foto del Museo del Prado de Praxiteles.. o ¿es que llevas guardada una minúscula cámara de fotos en algún lugar recóndito de la americana que tan bien te sienta cuando sales por TV?¡¡¡¡Madre mÃa!!!…discúlpame…
Victoria.
Nacho: si Millán Astray levanta la cabeza Teddy Bautista le cobra derechos de autor por lo que silbe la cabra.
Moncho: ¿todo lo que cuentas es verdad?, en ese caso mi más cordial enhorabuena. Pero no entiendo por qué no entraste con las tres a la habitación, ¿te parecÃan pocas, no?, igual esperabas que llamaran a unas amigas. Es verdad, cuando uno se mete en gastos no va a reparar en tonterÃas.
Carlos: ¡qué putada lo de la túnica!, mira que lo siento. Judas era un desgraciado, ¡pero anda que Pilatos!, me has recordado eso que dicen en Sevilla: “por culpa del cabrón de Pilatos, un poco más y nos quedamos sin Semana Santa”.
Bárbara: yo “nunca” hubiera abierto el primer correo si tú me lo dices. ¿Lo sabes, verdad? ¡cómo voy a dejar que mi caracter de periodista pueda con mi condición de hombre de palabra!, jajaja. Ahora lo único que deseo es que publiques esos versos para que los demás podamos sentir el rubor de aquel meapilas docente. No hay maldad en quién escribe sino en cómo se lee. Y tú nunca has escrito con malas intenciones, jamás. La próxima vez comprueba qué correos envÃas, no te pase como a un amigo tuyo que descojonó todo un blog porque se equivocó con un verbo que estaba en subjuntivo… y tuvieron que llamar al administrador, borrar la entrada, etc.
Victoria: me ruborizas. No será para tanto. La cámara sÃ, la americana corrientita, de saldo como todas. La foto está tomada con el iphone, la diferencia es la luz, en El Prado estaba peor iluminada la escultura, pero la foto era bastante buena, disculpa que me ponga estupendo.
Ah, el sábado me han vuelto a invitar a IntereconomÃa, (si me dejan hablar diré algo, lo que se me ocurra). Y, es verdad, tengo un desorden crónico que está cercano al sÃndrome de Diógenes que sufre aquel que todo lo guarda. No te diré más pero hoy he encontrado un libro que en su dÃa hizo Leticia Sabater, ¡manda narices!, i-ne-na-rra-ble.
Que razón tienes.En España hemos pasado del”con la iglesia hemos topado”al”con la sgae hemos topado”.
Gracias Rafa por el aviso. Veré el programa con mi hijo que también te admira mucho, él tiene 15 años y le gusta el periodismo, se expresa muy bien y siempre me dice que eres muy irónico, sarcástico y mordaz…
Como dice tu colega J.L.Gutiérrez estaremos allà “como clavos” esperando atónitos nos des una lección de saber estar, profesionalidad y simpatÃa.
Victoria.
Deliciosa la anécdota de tu madre y la túnica negra. Es algo común que nos expresemos vagamente, a veces, posiblemente por pensar que los demás están dentro de nuestros pensamientos.
Imaginarme la escena de un niño más bien rubito y angelical y la cara que puso el cura, me ha resultado muy graciosa.
No recuerdo haberme sentido en situaciones asÃ, seguramente por no tener ningún sentido del ridÃculo, me reÃdo toda la vida de mis fallos y despistes y los considero enriquecedores.
Lo de tu colega J.L.G., yo cambiara la expresión ‘como clavosÂŽpor la de ‘como plomos’.
Lo del himno de la Legión, tienes razón, si no aportaras la prueba, me hab rÃa costado creerlo
MarÃa: nos pasamos el dÃa “fuera de contexto”, pero es verdad que salir del paso con éxito sólo lo conseguÃs unos pocos. Yo no recuerdo aquel episodio como ridÃculo sino como tierno, divertido y “angelical”. Nunca tuve aspecto de angelito asà que no te preocupes porque el susto nos lo debimos dar de manera mutua el cura y yo.
Lo siento, no sé lo que dice JLG porque no veo la tele, (pero a él le tengo en alta estima, por lo tanto estará muy bien dicho). Es un tipo grande, yo un monaguillo con la túnica equivocada.