(“EL BOLETIN“, jueves 7 de febrero 2013)
Urdangarin, el todavía duque “em…Palma…do”, (un homenaje a Príapo), aguarda la llegada de la visita del juzgado que previsiblemente se llevará hasta el sofá en el que se sienta. La fianza es alta pero también es grande el presunto latrocinio cometido con la anuncia del socio que le ha salido traidor a la causa y amenaza con llenar las redacciones de correos vergonzosos en los que se muestra la verdadera identidad de don Iñaki. También se va a llevar por delante al secretario de las Infantas que es un crack, igual servía para enseñarles en el cole cuando eran pequeñas que para aconsejarles una inversión cuándo fueron adultas.
A Urdangarin le embarga la emoción y le embargan del juzgado una cantidad que a su abogado le parece que le puede provocar un “empobrecimiento insostenible”, una ridiculez de argumento teniendo en cuenta que en España a diario hacen cola para comer sopa gratis muchas personas que no se merecen la pobreza. Si es por su condición de duque que lo expliquen mejor; si es por su comportamiento como duque entonces no tiene un pase la defensa. Para Urdangarin todo lo que no sea de un palacete en Pedralbes para abajo es insostenible.
A este tipo le ha pasado lo que a Sepúlveda en el PP: pensaba que quitándole de la foto oficial seguiría con su condición de “funcionario” de la Casa Real, (“funcionario” que fue el estatus que concedió Carlos Floriano a Sepúlveda antes de reconocer que no tiene ni idea qué tipos de informes realiza para Génova). Urdangarin se creía muy protegido por el paraguas real y le han dejado bastante solo, al Príncipe que se está currando la sucesión no le convienen cuñados de ese porte, cuanto mas lejos mejor ha debido pensar Letizia que es la única con cabeza en Zarzuela. En todo caso que se coma con patatas sus asuntos con la Justicia y que no salpique a quienes no han intervenido en sus negocietes.
Estamos a jueves y todavía quedan algunos días de la Semana Fantástica del Chorizo Ibérico, nos queda por ver si Ana Mato aguantará la presión mediática, si Bárcenas reconocerá que es el autor de los cuadernillos, si Sepúlveda hará un informe sobre los números mas premiados en la Primitiva, o si Urdangarin se queda sin casoplón por trincón. No se despeguen de sus pantallas porque lo que ha de venir se muestra muy interesante, una regeneración masiva sería oportuna y saludable. Lo siento por los que soñaron convertir sus palacetes en palacios y al final ensuciaron un cuento de hadas con princesas y carrozas.
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Etiquetas: Bárcenas, don Felipe, Letizia, Mato, Sepúlveda, Urdangarin