Lissavetzky hace amigos

(ABC/MADRID martes 16 de octubre 2012)

O mucho me equivoco o al portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid no le va a invitar a dar el pregón de las Fiestas del Barrio del Pilar el año que viene. Lissavetzky le arrima un capón a la Policía Municipal porque son pocos y están mal organizados, cuándo lo suyo sería preguntarse por los agentes que resultaron agredidos porque de otra manera pudiera parecer de sus palabras que afirma que los botellazos se los tienen bien merecidos.
Hace amigos entre la Policía Municipal y entre los vecinos del barrio que cuentan cómo los atacantes surgieron como setas: arramplaron con el mobiliario urbano, con los coches aparcados y pusieron en serio peligro la integridad de los agentes tal y cómo se ha visto en algunos videos. Si no llega a ser por la intervención de aquellos que Lissavetzky considera pocos y mal organizados se hubiera liado parda.
Si quiere aprovechar el incidente para criticar al concejal responsable de seguridad le ha salido el botellazo por la culata porque al final son los agentes los doblemente golpeados: por los vándalos y por el portavoz de la oposición, algo insólito cuándo uno aspira a ocupar el sillón de la alcaldía.
Estamos ante uno de esos errores de estrategia que pueden doler con el tiempo, semejante a cuándo Trinidad Jiménez se declaró partidaria de colocar semáforos en la M-30, (iba en alza en las encuestas, icono de la modernidad con chupa de cuero, pero la ocurrencia casi convierte a Gallardón en alcalde perpetuo de la ciudad). Le va a costar sacar los pies del jardín al portavoz; a veces es mejor no romper la monotonía del silencio.

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