Lo imposible

(COLPISA/VOCENTO, martes 16 de octubre 2012)

La película que manda en taquilla trata de una familia española que sobrevivió al tsunami de Indonesia, dicen que el tema está tratado con tanto realismo que hay desmayos en las salas. No es casualidad que sea una familia española la que sobrevive al caos de las aguas, la que consigue ponerse a flote con el agua al cuello y la que logra inspirar un relato épico. Con permiso de Wert “españolizar” no ha sido otra cosa que tirar para adelante con lo que tenemos y luchar contra la adversidad agarrados a una tabla que flota. Otros pueblos lo han tenido más fácil, ¡qué le vamos a hacer!, pero ser español siempre ha sido caminar cuesta arriba y no acompañados de los mejores reyes y gobernantes. De Carlos V para acá parece que nos ha mirado un tuerto.
“Lo imposible” triunfa en taquillas y lo de Mas en todos los informativos, de tal manera que se ha dejado de hablar del rescate para estar atentos a las palabras del presidente catalán que ha descubierto que echado al monte tiene mayoría absoluta en las encuestas. Mientras avanza en su petición de referéndum también lo hace en popularidad, tiene enfadados a Feijoo y a Patxi López porque se habla mas de Cataluña que de Galicia y el País Vasco. Artur Mas le ha copiado la técnica de marketing al austriaco que se lanzó el domingo desde la estratosfera, (en realidad el éxito de Baumgartner no es tanto el salto si no que escribamos bien su apellido); el presidente sabe que mientras permanezca dentro de la cabina y a cierta altura todas las miradas están puestas en él. Los números de trapecio siempre han tenido mucho éxito si van acompañados de redoble de tambor, pero no están exentos de peligro si no hay red. En el caso del órdago de Mas no hay protección que amortigüe la caída y eso le da mayor emoción.
Baumgartner primero sacó las dos piernas y luego el resto del cuerpo, se ve que en el espacio ocurre como en la playa: no conviene meterse de sopetón al menos hasta la parte baja de la tripa que es muy sensible a los cambios de temperatura. En cambio Mas no tiene arrestos para lanzar el órdago completo, corre el riesgo de que se aburra el público que espera un gran salto sin importarle lo que le ocurra al trapecista. Tanto Cataluña como el resto de España se juega una partida muy importante pero con mayor intensidad se la juega el presidente catalán. No olvidemos que está en juego un sentimiento y eso traducido en votos es arrollador, ya vimos el ensayo en el Camp Nou.
Sólo nos falta conocer el eslogan con el que Mas va a saltar del cohete. Dicen que Baumgartner gritó: “¡joder, joder, joder!”, (como si fuera “tora, tora, tora). Quizá el grito de Mas sea: “¡Palau!”, alargando la última vocal hasta romper la barrera del sonido.

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