(“ABC-Madrid“, jueves 23 de agosto, 2012)
Tiene mala explicación a la ciudadanía que la Comunidad tenga que repasar las cuentas del metro a última hora como quién se acaba de dar cuenta de que el IVA sube a primeros de septiembre. Y tiene peor explicación que uno de esos “sablazos de mal gobernante”, que decía Rajoy del IVA, se explique a través de segundas líneas del Gobierno, en este caso el viceconsejero de Transportes, y que sea respondido por el portavoz adjunto del Grupo Socialista en la Asamblea. Es decir que les ha cogido en mangas de camisa a todos, de vacaciones, incluido al portavoz adjunto del PP en la Asamblea de Madrid.
Agosto mes de adjuntos en la administración: unos a por el IVA y otros a por uvas cuándo se trata de un incremento notable en el billete. La recomendación que da el viceconsejero Carabante es que el personal aproveche estos días de agosto para renovar un abono al que no le afecta la subida de la tasa, un canto al “¡ay que me lo quitan de las manos!” o al “yo no soy tonto”. El palo va directamente al costillar del usuario más joven del transporte público que tendrá que arañar de otras partidas y priorizar sus gastos para moverse por Madrid, y cuándo el metro se convierte en objeto de lujo es que las cosas no van a ir bien, ya sea culpa del Gobierno central o de las administraciones que se ven en la obligación de aplicar la nueva tasa.
El metro lejos de ganar usuarios los ha perdido por la crisis y el paro, y los puede volver a perder con subidas tan drásticas que muerden en el bolsillo como cocodrilos del Nilo.
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