Funeral con IVA

(“La Gaceta de Salamanca“, 15 de julio 2012)

Algún día sabremos por qué Rajoy decidió molestar a mucha gente a la vez con un solo consejo de ministros. Sin duda que legitimidad política tiene puesto que para eso salió elegido hace pocos meses, pero lo que le falta es tacto y lo que transmite es el pánico que le insufla el Banco Central Europeo. Entre el llanto de la ministra italiana anunciando penurias y la repanocha de la bancada popular aplaudiendo los recortes como se aplauden las alineaciones de futbolistas hay un tramo, (y un trago también). Hasta el pasado miércoles apenas se conocía a la diputada Andrea Fabra, nada sabíamos de sus trabajos como parlamentaria, pero ha quedado inmortalizada en un vídeo que define a una época.
La democracia son las formas y luego el debate que ha de ser duro, y por supuesto que tiene que existir el enfrentamiento dialéctico y las ganas de apabullar al contrario con argumentos. Nada que ver con el “¡que se jodan!” de la señora Fabra que se ha convertido en un problema para su partido puesto que sus compañeros tienen que hacer malabarismos para defender una postura que en su mayoría no comparten. Su dimisión sería un acierto pero sabido es que en España no dimite nadie: el último escalón es el alto cargo y el anterior el presidente de club de fútbol, ambas estirpes tienen querencia a la moqueta y al coche con chófer.
Las medidas económicas ya están aprobadas, ahora nos hace falta un tiempo para digerirlas porque no es IVA todo lo que reluce, (por cierto también sube el de las funerarias como si espicharla fuera una cosa de ricos, ese IVA es el chiste negro de una cadena de chistes malos que pasan por perdonar a los evasores pero crujir de impuestos a la clase media). Eso sí, la casta política no se ha aplicado la receta y siguen intactos sus privilegios; pronto los veremos de vacaciones porque sus señorías lo dejan todo en manos de la Diputación Permanente en cuánto llega la temporada de piscina. El divorcio entre política y ciudadanía siempre es peligroso porque es el caldo de cultivo para que aparezcan iluminados y salvapatrias a vender humo en la plaza.
Rajoy verá si le compensa haber hecho tantos amigos en una semana en la que soliviantó a funcionarios, autónomos y mineros. Juan Morano se pasó al grupo mixto del Senado porque las críticas se aguantan muy mal cuándo se está en el poder, y Morano ha sido siempre persona de criterio.
Le hemos ofrecido al Banco Central Europeo el sacrificio de muchos inocentes para que nos perdonen nuestros pecados pero está por ver si será suficiente para aplacar las iras del monstruo. De momento gana la tristeza que es un estado de ánimo pocho que no lleva a nada bueno.

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