Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
“España limita con
”, entonábamos los niños en clase mucho antes de que se inventara la LOGSE, allá cuándo los viejos mapas geográficos tenían la cartografía que dejaron los Reyes Godos, (y no exagero). Aquella cancioncita infantil decía que España limita al oeste con Portugal y eso que Felipe II hizo todo lo posible por unirnos pero ya se sabe el poco caso que le hacemos a la Historia, lo nuestro siempre ha sido un devenir no exento de contradicciones internas. Pudiendo limitar con América nos pusimos el límite en nuestros vecinos.
Las urnas portuguesas nos han dejado este domingo la enseñanza de que la gente quiere para salir de la crisis a alguien muy alejado con el gobierno que estaba al mando en el momento de producirse. El conocido era el socialista José Sócrates, sobre él se centraban todos los focos pero enfrente tenía a un candidato que representaba el cambio no exento de medidas drásticas. Pedro Passos Coelho lleva apenas un año al frente del PSD, antes había sido concejal y diputado, pero le han votado por ser la idea fresca ante un proyecto gastado por el tiempo y el mal uso. A Passos Coelho no le queda por delante un camino de rosas, una de sus propuestas es permitir el despido individual libre, (sin alegar justa causa), y eso lleva aparejada una reforma de la Constitución. La propuesta va a tener en la calle la inmediata respuesta de los sindicatos por lo que tiene de abaratar el despido pero ha sido uno de sus banderines de enganche.
La idea base del que va a ser nuevo primer ministro de Portugal es contener el gasto y aligerar a la administración para reducir el déficit. Igual esto último nos suena a algo ya escuchado al “este” de Portugal. Aquí, durante lustros hemos tirado de “pólvora del rey” hasta agotar las existencias y ahora que baja la marea es cuándo se notan las carencias y miserias que tenemos pendientes por resolver. Este paquidermo administrativo que mantenemos a dos carrillos no tiene buen aspecto, más bien parece que le haya salido gota por mala alimentación y por no revisar los niveles de colesterol cada cierto tiempo.
Lo ocurrido en Portugal nos puede valer como ejemplo, como lección, o como presagio. Además, y jugando con el lenguaje “Pasos Coelho” se puede transformar en “(a dos) pasos de tu cuello” gracias a un juego de sinonimias fonéticas que tan divertidas resultan cuándo se descubren por azar y se analizan con intención. En época de incertidumbre económica los portugueses han votado a un candidato que suena a cuello, justo esa parte de la anatomía que defiende el náufrago para mantenerse a flote. Mientras tenemos cuello podemos defender la cabeza y asegurarnos de que está en su sitio aunque nos bailen flojos los pies.
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Etiquetas: opinion, periódicos regionales vocento