Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Ya sólo falta que aparezca “El Piraña” en bicicleta y estará toda la panda del PSM lista para posar sonriente en el cartel de “Verano Azul”. A falta de conocer los proyectos concretos para Madrid lo que hay, de momento, es un exceso de oferta de candidatos, esto parece “la semana fantástica de la Moncloa”, vas a por uno, te llevas otro y de regalo una rueda de prensa. De seguir este ritmo de presentaciones llegará un día en el que haya más candidatos que militantes en las primarias madrileñas, desconcertante. Y lo que es peor, Pedro Castro creando metáforas de piscifactoría al afirmar que uno pone de anzuelo lo que quiere el pescado, no el pescador. ¿Está el alcalde de Getafe entre los profetas?
Puede que Zapatero haya copiado el modelo de gestión de los clubes de fútbol que anuncian los fichajes en agosto para vender un porrón de camisetas de Trini, de Tomás Gómez, o de Lissavetzky que es el último en llegar pero no descartemos nuevas incorporaciones porque todavía sigue abierto el mercado de verano. Y, cada tarde, un manifiesto para que no decaiga. Los sectores son bastante confusos: tomasistas, trinitarios, los de “Lissa” que son algo “tomasistas”; todos ellos a su vez agrupados en “ferralianos”, (por cercanía a Ferraz), y “callaos”, (porque la sede del PSM está en esa plaza madrileña). Añadan a esto que quién era el candidato fijo al Ayuntamiento, David Lucas, se ha pasado con armas y bagajes a Trinidad Jiménez para ser su portavoz de campaña. Zerolo también, pero Zerolo nunca ocultó su debilidad por la actual Ministra desde que les tocó batallar contra Gallardón hace ocho años. El movimiento es tal que no se descarta que en la sede del PSM se repartan croquis para seguir quién es quién y a qué familia representa. Sería más práctico que llevaran pegatinas de colores.
Más que una confrontación ideológica, y teniendo en cuenta el calor que hace en la capital, hemos llegado a un nuevo concepto: “la ducha de clases”, como bien señala David Torres. El espectáculo es tan atractivo que seria una pena que finalizara en octubre con las primarias, creo que nos merecemos más. Barranco, Leguina y Matilde Fernández barrutan un final tenso.
En esta comedia con tres puertas por las que entran candidatos sin avisar se prometen nuevos momentos, la versión teatral y chulapa de “Verano Azul” es inagotable. Nadie ha ganado nada pero ya todos hemos comprado la camiseta que más nos ha gustado.
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