Sindicalismo de vuvuzela

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Kilómetros de colas, autobuses atestados, paradas de taxi a reventar, madrileños que llegan tarde y la sensación de que el fin del mundo esta vez cae en julio. Demasiada virulencia sindical para responder a una reducción de la nómina, excesiva y del todo impopular por las consecuencias que se extienden a nada menos que dos millones de usuarios del transporte público colectivo. Una línea de metro que no funciona no le afecta a un banquero precisamente si no a otro trabajador que no tiene por qué pagar en sus carnes estrategias oscuras.
Los sindicatos del metro juegan a montar un 2 de mayo a Esperanza Aguirre, y el personal que espera el autobús se pregunta sí no hubo motivos para rodar este “Apocalipsis Now” ante las puertas de la Moncloa cuando a José Luís se le apareció el ángel exterminador de funcionarios y jubilados. Extraña que entonces “no”, y ahora “sí”. Entonces “no” por mucho y ahora “sí” por menos. Madrid está en manos de una virulencia sindical pensada de antemano, tanta ira no se improvisa un martes por la mañana cuando se decide incumplir los servicios mínimos. Aquí huele a tongo-mondongo, lo que empezó siendo una justa reivindicación, (como lo son todas las de los trabajadores), se ha tornado en incómoda acción contra la ciudadanía tomada como rehenes. Pudiera ser que por la antipatía que han provocado estos paros la acción sindical se vuelva en contra de los organizadores y pasen a ser considerados malasombras de andén a los que les da igual la carne de obrero que la de consejero.
Pantomima es pactar unos servicios mínimos con la empresa e incumplirlos en las primeras horas para luego echarse al monte de aquí no se mueve nadie porque lo manda el sindicato. No estamos para imposiciones que lleguen desde un sector y compliquen al resto de la ciudadanía. Si cada madrileño afectado por recortes se echara a la calle entonces se llenarían los andenes del metro de cabreados sin fronteras. Esta huelga es producto de un sindicalismo de vuvuzela que molesta pero no aporta.

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*