La chica solitaria

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Najwa lleva el velo en la cabeza pero cabría preguntarse dónde lo lleva el padre que le obliga a usarlo, o la dirección del colegio que la recluye en una sala de visitas. ¿Y lo que ella opina no cuenta?
Este que suscribe, y que ha sido alumno en colegios africanos, nunca vio un problema de convivencia porque las niñas llevaran velo. Supongo que nos habría chocado ver a una chulapa en El Aaiún por San Isidro, pero tampoco creo que le hubieran castigado al cuarto de las escobas por decir “¡anda y que te ondulen con la permanen!”. Por mucho cariño que un maestro pirotécnico le tenga a su noble oficio no lleva a su hija ataviada de “faellera infantil” sí la niña no quiere. Sobre todo porque le haría una faena con respecto al grupo y la primera Ley del Patio es que si no eres como los demás no juegas a la pelota. La segunda Ley es que si no vistes como los demás te dan con la pelota. Nadie ha dicho que las leyes del patio sean justas.
No creo que Najwa sea una enviada del islamismo radical para horadar los cimientos de occidente, apenas es una víctima de un padre algo folklórico y poco integrado. Pues háblese con el padre y en último caso se le encierra, (a él), en la sala de visitas por plasta.

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