Sardinas, ausentes y legionarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Todo debate importante en la Asamblea de Madrid tiene una prolongación en la tribuna de invitados. No son las carreras de caballos de Ascot, (porque no se estila el sombrero), pero sí tiene mucha importancia saber quién va, dónde se sienta y qué puesto ocupa en la carrera política y empresarial.
En el debate sobre economía madrileña el alcalde de la ciudad con mayor deuda de España, Gallardón, no estuvo. Tampoco Tomás Gómez, líder de los socialistas que eligió otro acto de agenda, (a Gómez el PP le critica cuando va y le recuerda con acidez cuando se ausenta). Tampoco fueron los sindicalistas José Ricardo Martínez y Javier López que van en siempre en tandem y a tal efecto se les reserva localidad contigua, asiento al que llegan a la vez y se marchan a la par, mayor unidad de acción sindical es imposible. Debían estar de ensayos de los cantos de la manifestación de Neptuno. Tampoco hubo “tiburones y sardinas” a decir de Maru Menéndez.
La tribuna ayer flojeó bastante para ser un día grande. Descartados los ausentes, (se les puede pedir que presenten un justificante como en el colegio), la atención se fijaba en los presentes, entre ellos el secretario general de CEIM, Alejandro Couceiro, el líder socialista en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, el presidente de la Cámara de Comercio, Salvador Santos Campano y el de los empresarios, Arturo Fernández. En honor a la verdad también Santos Campano y Fernández forman otro de los dúos clásicos en la tribuna de invitados, lo que une Elvira Rodríguez lo es para toda la vida.
Arturo Fernández ayer se levantó presidente de los empresarios madrileños y se acostó “legionario”, lo cuál no lo puede decir todo el mundo. Pero no legionario porque se alistara al Tercio para cambiar de nombre y borrar las huellas de su pasado sino porque acabó la jornada con la Legión de Honor que impone el embajador de Francia, monsieur Delaye, y que debe dar derecho a llamar al Eliseo y que Carla Bruni te cante una copla a la guitarra. Fernández ya puede ir en manga corta y no sentir frío que es la prebenda de todo legionario que se precie.

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*