Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Una estatua la tiene cualquiera, (hasta Lucifer tiene una en El Retiro), pero no todo el mundo adquiere categoría de “caganer” que es una forma de mirar la vida con tres ojos. Este año los “caganers” han incluido a la presidenta regional y al alcalde de Madrid, y lejos de verlo como una ofensa se les tiene que contemplar como figuras que son de arte contemporáneo, navideño, juguetón y de sonrisa fácil. Como se puede imaginar ninguno de los modelos de los “caganers” ha posado en tal postura, (tampoco lo hace Su Majestad la Reina de Inglaterra, un clásico en estas citas, y que a pesar de ser nominada como “Su Graciosa” no le llega el sentido del humor para tanto).
El artista ha recreado una postura tan humana como inusual en ambos mandatarios, con un toque de coña marinera cuando se les ve enfrentados en ese duro trabajo de apretar dientes sin perder la dignidad. El diseñador ha imaginado a Gallardón en un cruce entre Tierno Galván y Beteta, y Esperanza Aguirre es ella porque lo dicen. Ocurre lo mismo en el Museo de Cera donde la figura de Luís del Olmo se parece a la de Lina Morgan. Pero pensemos que se antepone el motivo simpático al hiperrealismo que por otra parte sería de un mal gusto “exquisito”. Las dos piezas se venden por separado pero tiene más guasa el conjunto escultórico que refleja el tradicional cara a cara entre el alcalde y la presidenta. No sabemos si estarán pensando en Caja Madrid, en las palabras de Cobo, o en cualquiera de sus múltiples cuitas, pero lo cierto es que el alcalde no sonríe como es costumbre, y en cambio la presidenta parece que le reta en duelo aerofágico. Lo siento por el disgusto que se van a llevar en Buckingham pero estas dos figuras van camino de ser éxito de ventas por encima de Isabel II, o de futbolistas como Iniesta o Cristiano Ronaldo, (al que su lesión de tobillo le impide agacharse sin dolor).
Los creadores de las figuras dicen rendir homenaje a los representados, es casi como ser motivo de “ninot” en las Fallas, o letra de pasodoble en los Carnavales de Cádiz. Si no te sacan con los pantalones bajados no eres nadie, la fama llega cuando aún en esa actitud tan poco decorosa uno puede ser reconocido. Parecido al “hall of fame” de la NBA donde si tu camiseta no aparece colgada ahí es que no has sido nadie en el mundo de la canasta. En este caso se trata de mostrar la parte “de atrás” de los famosos sin mayor maldad, olor, ni dolor. Lo que se conoce por un alivio navideño que empezó retratando a unos pastorcillos y que ya ha pasado a la vida pública internacional. Para que no haya comparaciones odiosas el “regalito” es de igual tamaño, no fuera a ser que hubiera quién hurgara en el detalle para decir quién es el más grande.
Quizá este año obligue al Ayuntamiento a cambiar sus costumbres puesto que se las apañaban con un Niño Jesús mientras que en la Comunidad gusta el Belén casi a tamaño natural, un nacimiento en el que Herodes parece un vigilante jurado. Teniendo en cuenta que habrá “caganer” del alcalde en la Puerta del Sol, sin duda, es de esperar que el Ayuntamiento devuelva el honor con otra figura de la presidenta entre los arcos de la Puerta de Alcalá.
De tal manera que el presidente del PP, Mariano Rajoy, podrá hacer una versión de su famosa frase para dejarla en “¡joder, qué popa!”. Envidia tiene Sarkozy porque él no tiene un “caganer” junto al muro de Berlín.
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