Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Insolencia Pasajera
Bárcenas se ha convertido en el extraño caso del primer tesorero en comisión de servicios ante la Justicia pero con la plaza reservada en el partido para cuando regrese de su viaje por el Supremo, siempre que salga indemne del peculiar calvario judicial. Insólito que le mantengan el puesto, para que luego digan que el PP está a favor de la destrucción libre de empleo. Ahora bien que su secretaria esté pendiente de que no le cambien la cerradura cuando salga porque en un partido hay de todo menos amigos. Entre ellos los que ahora se apuntan a la teoría de que Luís Bárcenas no era un tipo de fiar, aquí siempre se nos dio muy bien el arte canalla de dar lanzadas a moro muerto.
No se puede decir que Bárcenas no sea un tipo con suerte: presentó la dimisión horas antes de que el Supremo pidiera el suplicatorio, (no será porque haya habido una filtración habida cuenta de lo poco partidarios que son en el PP de las filtraciones). Su capacidad como gestor queda más que demostrada al haber multiplicado su fortuna personal gracias a inversiones pasmosas. Todo empezó con unas “endesas” y fíjense el patrimonio que ha podido acaudalar en apenas unos años de bonanza, y a qué podría haber aspirado de haber seguido el ciclo alcista. No se entiende cómo en un momento de incertidumbre económica Rajoy no llama a Zapatero para ofrecerle los servicios “desinteresados” de Luís Bárcenas como secretario de Estado de Hacienda. En el caso de llegar a la anexión con Portugal, (algo que nuestros vecinos reclaman con entusiasmo), podría ser el hombre del Tesoro hispano-luso, una reedición del cardenal Espinosa de quién el rey Felipe II dijo lo mismo que podría afirmar Rajoy de Bárcenas: “tengo un Ministro cortado a la medida de mi deseo”.
No olvidemos que Bárcenas es rico, tiene posibles según declaraciones de las que se muestra ufano, y los ricos hacen, dicen y realizan cosas muy extrañas. Beckham acaba de afirmar que es feliz cuando pasa la aspiradora. Sólo aquel que se ha entregado a las labores del hogar y no ha encontrado satisfacción alguna sabe lo que se pierde, (Freddy Mercury dejó un vídeo musical de lo satisfecho que puede estar un hombre con su aspiradora). La aspiradora es una máquina de eléctrica de succionar y Bárcenas no ha hecho otra cosa más que aspirar a la inocencia procesal, con o sin enchufe trifásico. Y seguro que Rajoy se ha dado cuenta de que es un hombre honesto porque le ha confesado hallar la paz de su alma cuando pasa la aspiradora. Es un principio universal que sirve lo mismo para un delantero con mechas que para un contable canoso.
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