Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Sarkozy que es republicano padece un soponcio real, los médicos le han diagnosticado un síndrome vasovagal producido por hacer deporte. Sarkozy, (el republicano), se ve en la obligación de quedar como un “príncipe” con su Carla, con la República y con cuántas obligaciones se derivan del Estado, y además le da por correr en las tardes de julio. Lo normal es un desmayo de ese calibre, lo extraño es que no le diera antes; con tales obligaciones encima nos podemos preguntar si Sarkozy corre o directamente “huye”. El Síndrome Sarko es aplicable a todos los políticos que se aventuran en exceso a una multiplicidad de tareas sin renunciar a ninguna de ellas, debería tomar ejemplo de Fraga que en su vida ha corrido salvo en coche oficial y que gracias a practicar el sedentarismo de despacho ha llegado a tan altas cotas del mal humor.
La cuestión es priorizar y no salir a darlo todo en el primer kilómetro, eso vale para la política nacional y para los conciertos acústicos que le pueda dar Carla en la intimidad. Se entiende que Sarkozy duerma mal puesto que de día preside y por la noche le toca asistir a los ensayos de su mujer, un estrés insoportable. No se puede ser De Gaulle por la mañana y Sabina por la noche salvo espasmo muscular o fibrilación inoportuna que provoque el desmayo y posterior traslado a un hospital. Moratinos sopesó cruzar la verja de Gibraltar a la carrera, como el que corta una cinta olímpica, pero los médicos le recomendaron no emocionarse en exceso; el numerito habría tenido gran éxito mediático.
Hay que preguntarle a los médicos del Eliseo si la envidia provoca subidones de insulina incontrolados, quizá Sarkozy haya sufrido un patatús para no ver a Contador vestido de amarillo en los Campos Elíseos. Molière, autor de “el enfermo imaginario”, murió vestido de amarillo y eso que no conoció la victoria de los españoles en el Tour de Francia. Cualquier excusa es buena puesto que ya es casualidad que no se sintiera indispuesto en las cumbres del G20 pero se haya ido a marear justo cuando un español se corona en el centro de París.
Zapatero debería tener en cuenta el Síndrome Sarkozy puesto que tan aficionado es a correr por las playas del verano, este año no sólo puede darle un vahído por el calor intenso sino que igual Díaz-Ferrán le pone la zancadilla. Son los riesgos de emular a Zatopec cuando uno es “Z-pec”.
A todo esto no sabemos si “le president” ha tenido que suspender todas sus actividades incluidas las que le afectan con respecto a Carla. Debería tener en cuenta su compromiso con la historia del pop, (lo del Elíseo es sólo fama transitoria).
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