Esa gente tan particular

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Que Groucho me perdone pero al ver la foto de Bárcenas en la extensa entrevista que le han hecho en “Abc”, recordé aquella frase del hermano mayor de los Marx: “perdonen que les llame caballeros pero es que aún no les conozco”. Bárcenas, repeinado hacia atrás y con pañuelo en la americana, se permite el lujo de contar cómo él le recomendó a Rajoy lo que tenían que hacer, cómo discrepó de sus compañeros de manera amigable y cómo el PP entero tiene una deuda impagable con él.
Esto lo tenía que haber avisado Rajoy: cuando voten a mi partido sepan que están votando a Luís Bárcenas porque es el cancerbero de los tesoros y el que tiene las siete llaves de las puertas de la caja contable, (entiéndase por “contable” todo lo que una persona está dispuesta a contar cuando el Tribunal Supremo le aprieta como un toro por las calles de San Fermín).

Si la política tuviera lógica, (eso está por ver), nos daría vergüenza ajena que un alto responsable de un partido político hiciera despliegue a todo color de sus conquistas financieras. Sin quererlo ni comerlo nos hemos enterado de cuándo comenzó a circular en un BMW y de lo bien que le iba ya en sus primeros años mozos. Todo muy ejemplar. Uno pensaba que la gente entraba en política para colaborar en la causa común y para aportar su trabajo en un proyecto colectivo de entidad mayor; pues parece que no.

En un periódico se hace un autolavado de imagen y en otros aparecen los trapos sucios. Y como la mancha de aceite flota sobre el agua nos queda la inquietud de saber: ¿se ha llevado nueve cajas con documentos a su casa?, ¿va a tirar de la manta?, ¿qué manta?, y ¿qué va a tirar?

Sus amenazas son con la boca chica pero en la entrevista de “Abc” deja claro que manda, que tiene poder y que por eso debe ser temido. No es que los demás lo creamos, es que Rajoy no le desmiente.
Mientras se lanzan insidias sobre personas de su entorno, Mariano Rajoy sigue el Tour de Francia con renovado interés. A ver si una tontería nos va a estropear el verano, dirá.

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