Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Una vez conocido que el Supremo acepta investigar al tesorero del PP se supone que Rajoy estará buscando una buena manera de quitarse de en medio a Bárcenas y que parezca un accidente. Igual que hay activos tóxicos también hay amigos igual de perjudiciales, ya lo decía ayer el Gobernador del Banco de España cuando se refería a que no todos pueden salvarse.
El entusiasmo de Mariano Rajoy por encadenarse al destino de Bárcenas podría ser multado por la DGT por conducción temeraria con retirada del carnet. No se entiende que el dirigente popular haya puesto la mano en el fuego por quién llegada la noche de San Juan ha parecido estar relleno de serrín, altamente inflamable por lo tanto.
Sin duda que un disgusto notable para el dirigente popular ahora que disfrutaba de esos quince días de oro que suponen ganar las europeas y posteriormente dejar colocados a Gallardón y Aguirre en sus puestos de combate. Rajoy había pintado un cuadro perfecto en el que Bárcenas desentona como personaje, su cara estropea el paisaje. Tampoco puede echar la culpa de haberle nombrado financiero de las gaviotas a nadie en su partido. Si Bárcenas hubiera sido consejero autonómico, o concejal, otro gallo nos cantaría.
A ver si se le pacifica un poco el patio y Mariano tiene tiempo de ejercer la oposición antes de que nuevas filtraciones vengan a estropearle la placidez del verano, justo ahora en pleno Tour.
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Etiquetas: el boletín, opinion