Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Gallardón no ceja en la causa olímpica. Hasta cuando Rajoy le quiera llamar a su lado, (a no mucho tardar según la entrevista que le hacía ayer Esther Esteban al presidente del PP en El MUNDO), el alcalde de Madrid va a dedicar todo su empeño en conseguir que seamos la capital mundial del deporte. Tanto es así que cuando termine su mandato, (a la entrevista de antes me remito), habrá que hacerle una escultura sobre cinco aros igual que Felipe IV tiene una a caballo en la Plaza de Oriente. Una escultura que sea técnicamente tan compleja como la del monarca para cuya construcción el escultor italiano Pietro Tacca estuvo asesorado por Galileo Galilei. A tales mandatarios tales honores.
En la “ascensión” del alcalde al cielo nada se interpone, entre otras cosas porque la oposición tiene agujetas, dicho en términos deportivos. Denuncia Óscar Iglesias que el polideportivo “Antonio Matas” de San Blas es un chiringuito deportivo donde si a alguien se le ocurre chutar a porteria se le caerán encima unas planchas metálicas. ¡Joé, como para presentar allí a Cristiano Ronaldo! “Matas” qué nombre tan bien puesto.
La concejala socialista Dolores del Campo, (este nombre es clavado para la ocasión), se quejó ante el pleno pero le dijeron que hasta el 2010 ya pueden jugar con casco porque no se contempla rehabilitación alguna.
La situación es peligrosa pero no exenta de un punto cómico entre “dolores” y “matas”. Sólo falta que el chiringuito deportivo, también llamado polideportivo, fuera escenario de un concierto de “Derribos Arias”.
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