Alto voltaje en la Asamblea

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Ya se puede poner las pilas José Bono porque a sus “matinées” del Congreso le ha salido una atractiva competencia en la Asamblea de Madrid. Lástima que la comisión de investigación de los espías no tenga partido de vuelta porque habríamos podido asistir a escenas parecidas a las que se vivieron en el estadio del Celtic de Glasgow cuando lo visitó el Atlético de Madrid el 10 de abril de 1974. Mutatis mutandis ayer el consejero Granados hizo las funciones de Panadero Díaz, (que por cierto acabó expulsado por lo sobrado que estuvo); hasta la presidenta Rosa Posada tuvo momentos de “caserismo” manifiesto igual que el árbitro turco Dagan Babacan. Y eso que hasta ayer la presidenta podía haber pasado por un anuncio del Museo de Cera.
Francisco Granados tenía enfrente a una oposición rocosa que lejos de amilanarse le plantó cara en su mismo tono cheli, en ese “¡amos anda!” que es tan propio de los finales de acto en las zarzuelas que acaban en “chimpún”. Maru Menéndez e Inés Sabanés no le cogieron de la pechera porque había cámaras delante, pero una discusión como la de ayer suele acabar necesariamente en la calle: bien a empellones y unos guardias, o con un vermouth y unos berberechos tan ricamente. Una vez perdida la fe en la oratoria nos queda la confianza en el espectáculo y allí estaba Granados con quince pruebas documentales entre ellas las fotos que hacen las supuestas cámaras de espías y que en realidad cubren los actos oficiales del gobierno de Madrid. Pero ni al PSOE, ni a Izquierda Unida le convencían las pruebas, y de nuevo bronca entre escaños; urge en la Asamblea un pianista que toque fuerte en los momentos complicados.
El PP le ha echado el cierre a la investigación igual que se hace con la puerta santa de Santiago en el año Jacobeo: un ladrillo encima de otro hasta no dejar que pase la luz. Ha sido una lástima que no compareciera el aludido ex consejero de Justicia, Alfredo Prada al que Granados le pasó el marrón de no haber dicho la verdad “punto por punto”. O el dibujante Ibáñez por las continuas referencias, (casi homenaje), a un clásico español del espionaje como es el agente Mortadelo.
Termina la comisión que deja algunas perlas, por ejemplo la consagración de portavoz “Ninja” de David Pérez (PP), las devuelve todas como en las películas de Bruce Lee. Luego está la capacidad de Maru Menéndez para poner nerviosos a los comparecientes y la perseverancia de Inés Sabanés para evitar que se vayan por los campos de Úbeda. También es verdad que nos hemos quedado sin ver la colección completa de chaquetas con reverso de colores de Juan Soler, o saber qué hacía José Cepeda además de observar con detalle desde su altura privilegiada.
El libreto de la sesión tuvo momentos parecidos a la zarzuela de “La del soto del parral”, mitad espectáculo y mitad lío coral. Le puede costar mucho esfuerzo superar ese argumento político-cañí a Albert Boadella en sus recién estrenados teatros del Canal. Cuando los de “Cuéntame” lleguen al año 2009 tendrán que añadir escenas de la comisión, en ausencia de Alfredo Landa Javier Bardem podría hacer el papel de cualquiera de los comparecientes.

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*