Viento de poniente en la Asamblea

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuatro veces hizo Elvira Rodríguez una llamada a la normalidad parlamentaria, y a la quinta sacó la maza y suspendió la sesión. Algo insólito en el parlamento regional, como insólito era la expectación en la tribuna de invitados cuando habitualmente los jueves son de trámite parlamentario, de preguntas de carril. Pasadas las cuatro y veinte de las altas cristaleras llegaban ciertos rayos de sol que dentro se tornaban hacia lo oscuro, la noche sin alma a la que se refería San Juan. Era jueves, tocaba pleno, y sopló el poniente; a veces los vientos cambian sin que nadie se lo espere. Quedan dos años de legislatura pero da la impresión de que ya nada puede ser normal, de aquí a las urnas hay una cuerda de sospechosos, una comisión de investigación que no arranca, un agrio mar de fondo, dimisiones controladas como voladuras a distancia, acusaciones de grueso calibre, y sentimiento de jauría. Hasta el momento la política era el arte de caminar por lo cierto y procurar que tu rival se metiera en el fango del, pero ahora todo el mundo teme no caminar por el lado adecuado.
El jueves en la Asamblea existían dos certezas: el PP en su defensa de la inocencia y la oposición en la carga de la sospecha. Y, también, había dos temores: intuir hasta dónde llegaban los límites de las acusaciones y el miedo a tensar demasiado la cuerda y que saltaran por el aire las instituciones. Si la oposición carga demasiado las tintas contra la Comunidad entonces lo que deberá aspirar no es a gobernarla sino a disolverla en cuanto tenga la menor ocasión. Lo más parecido a un palacio después del paso de una turba es un solar.
A López Viejo le sentaron en una esquina, lejos de la manada, imagen viva de qué solos se quedan los destituidos. Y luego esa referencia a un imputado en el PSOE, al antiguo alcalde de Leganés; en este juego de los barquitos sospechosos el PP había tocado un destructor aunque sus portaaviones también estaban en llamas. Bronca y más bronca.
Es tan turbio el ambiente que se recomienda no demorarse en las escaleras de entrada de la Asamblea porque nunca se sabe cuándo puede aparecer un Brutus por la espalda.

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*